El COVID -19 llegó y cambió el día a día de todos; entre ellas, las rutinas de trabajo al que distintos grupos de profesionales estaban acostumbrados; ahora forman parte de ese ‘brazo ejecutor’ de apoyo contra la pandemia.
Por ejemplo, Sharon Lineth Rodríguez, es licenciada en Estimulación Temprana, en la Unidad Local de Atención Primaria en Salud (Ulaps), en Guadalupe, La Chorrera, y desde que se inició el frente contra la pandemia pasó a otras funciones.
En la entrada de la instalación toma la temperatura, orienta al paciente, pasa medicamentos a pacientes en espera, dicta charlas de los cuidados que deben tener en casa y consulta a cada uno de los que se presentan, si tiene síntomas respiratorios. En caso afirmativo, los dirige a la carpa destinada para la atención respiratoria.
Como parte de la reestructuración que se hizo para atender la pandemia, entre ellas la suspensión de la consulta externa, Sharon tuvo que ceder su consultorio para otras actividades. Los controles y seguimientos a sus pacientes están suspendidos.
Sin embargo, la terapeuta de niños recibe llamadas de los padres donde aprovecha y mantiene el contacto para orientarlos en algunos casos porque ‘es lo que le apasiona y le gusta hacer, la estimulación a niños y la orientación a los padres’.
Antes del COVID-19, su agenda por día, tres veces a la semana, las conformaban de doce a quince pacientes, entre nuevos y de re consulta. Los otros dos días atiende en el Centro de Atención para la Promoción y Prevención en Salud (Capps) en Capira.
“Retomar el tiempo perdido, en cuanto a estimulación no es tan sencillo, no podemos regresar atrás, pero si podemos ayudar y en cuanto comencemos nuevamente es para integrar y adaptar al niño lo más pronto al desarrollo de acuerdo a la edad, darle el seguimiento y que entren a la escuela con mejores habilidades”, comparte la especialista.
Estimulación temprana es el grupo de técnicas educativas especiales empleadas en niños entre el nacimiento y los seis años de vida para corregir trastornos reales o potenciales en su desarrollo, o para estimular capacidades.
Las intervenciones contemplan al niño globalmente y los programas se desarrollan teniendo en cuenta tanto al individuo, como a la familia y el entorno.