Ernesto Inderbitzin, ex jefe de obras de ICA, se presentó al Primer Tribunal Superior de Justicia para declarar todo lo que sabía sobre el caso; SONAMA S.A y SONAMA Panamá, versus El Consorcio ICA- FCC – MECO, pero la magistrada Eva Cal se negó a escuchar su impactante testimonio.
En la primera instancia del juicio los abogados de la firma Morgan & Morgan (M & M) defensores del consorcio FCC – ICA – MECO, citan a declarar a los altos directivos de las empresas, al gerente y al jefe de obras; Javier Sanz de FCC y Ernesto Inderbitzin de ICA, ambos miembros del comité de gerencia, por ser conocedores del caso acaecido con su subcontratista SONAMA PANAMA.
Pero a pesar de haberlos citado como testigos, la defensa les ordena que no asistan a la audiencia, ni ofrezcan declaraciones.
El 25 de agosto de 2016: El exmagistrado José Troyano de la firma Watson & Asociados en ese entonces apoderados judiciales de Sonama Panamá y Sonama S.A. Instaron mediante una petición formal al Primer Tribunal Superior de Justicia a que actuara de oficio y citara para rendir testimonio al testigo Ernesto Inderbitzin “para que aclarara puntos oscuros y dudosos del proceso”.
La petición ni siquiera fue considerada por la magistrada a cargo del citado tribunal (ver documento completo)
El 24 de febrero de 2020: Ernesto Inderbitzin ex jefe de obras de la empresa mejicana ICA, viajó a Panamá desde Miami y se presentó ante el Primer Tribunal Superior de Justicia presidido por la magistrada, Eva Cal de Saint-Malo con el propósito de rendir su testimonio como testigo clave del juicio que por incumplimiento de contrato habían presentado el año 2013 las empresas Sonama, S.A. y Sonama Panamá contra el Consorcio; FCC, ICA y MECO.
Inderbitzen se había jubilado, ahora residía en Miami, por tanto ya no mantenía ninguna relación laboral que lo atara a ICA, ni al Consorcio y pensó que quería estar tranquilo con su conciencia.
Había llegado el momento de decir la verdad, sus convicciones religiosas lo motivaban a hacer el “Mea Culpa”, sin temor a instrucciones, presiones o coacciones. Pero para su sorpresa al llegar al Primer Tribunal Superior de Justicia se encontró con un grupo de abogados de la firma M & M; entre ellos la abogada Marcela Araúz Quintero, responsable de asuntos penales de la firma y su esposo, Omar Cadul Rodríguez que también es parte del equipo de penalistas del influyente bufete.
La presencia de estos abogados no era fortuita, como defensores del Consorcio FCC-ICA- MECO, les preocupaba que un ex alto directivo del mencionado consorcio, y que ahora tenía completa libertad para hablar, pudiera hacerlo y dejar en evidencia la infame trama de sus clientes en contra del contratista Sonama, S.A. y Sonama Panamá. Si la magistrada Cal escuchaba el testimonio que pretendía rendir Iderbitzen los del Consorcio quedarían seriamente comprometidos y al descubierto.
La magistrada Eva Cal de Saint-Malo, se mostró contrariada ante la presencia de un testigo que aunque había sido citado no se esperaba que se presentara, tal como había ocurrido la primera vez. Cal de Saint-Malo, opta por decretar un receso y retirarse por espacio de una hora para según expresó “revisar su libro y ver cuál sería su decisión”.
Durante su hora de consulta, se realiza una llamada y tiempo después se presenta a su despacho un peso pesado de la firma M&M, según detalló Inderbitzin. Una vez apersonado este abogado; se opone rotundamente a que se produzca la declaración de Ernesto Inderbitzin, a quien ellos habían presentado en la audiencia anterior como su testigo, pero luego le instruyeron tanto a él como al resto de los testigos que se ausentaran del juicio y no sé presentaran a declarar.
Si a Inderbitzin se le hubiese permitido declarar la contraparte le habría podido contrainterrogar y la defensa sospechó que su testimonio podría ser demoledor.
Sospechosamente la magistrada Cal, optó por negar la comparecencia del testigo en una maniobra que se acercaba más a complacer los pedidos de los abogados de M&M para evitar la declaración de su testigo, que en llegar al fondo del asunto como se espera que sea la actuación de un juez que pretenda esclarecer la verdad de los hechos.
En caso de haber declarado, el testigo hubiera confirmado todo el contenido de la demanda y la documentación existente en el expediente y que les da la razón a los contratistas Sonama, S.A y Sonama Panamá, y la magistrada Eva Cal hubiese tenido elementos fundamentales para impartir justicia.
Una nueva juez y un fallo para el olvido
El caso en mención quedó luego en manos de una nueva magistrada ponente; Olga Rujano de León, quien dictó una sentencia elaborada por su asistente Nelson Riquelme, abogado que había estado vinculado a la firma Watson & Owens y que pese a que la parte querellante advirtiera un evidente conflicto de interés, la juez no lo separó del caso.
Riquelme redactó un fallo que parecía haber sido tomado del alegato de los acusados, basando sus argumentos en un presunto incumplimiento del contrato por parte de los demandantes, hecho completamente contradictorio con el contenido del expediente y de las actas de los comités de gerencia de El Consorcio que reconocen incumplimiento por la parte demandada de los compromisos pactados.
La ponencia de la magistrada Rujano De León dejó serias dudas sobre su imparcialidad y aumentó las sospechas del trafico de influencias y la corrupción de la administración de justicia.
Las impactantes revelaciones de un testigo clave ignorado por la justicia.
El caso pudiera tomar un nuevo giro , luego que el pasado12 de noviembre de los corrientes, Ernesto Inderbitzen, ex jefe de obras de la constructora mejicana ICA, una de las integrantes del Consorcio, se presentara ante el notario público del Estado de La Florida, Estados Unidos, Anolan Zanasco en la ciudad de Miami. Inderbitzin, ofreció una declaración jurada con el testimonio sobre el proceso Sonama Panamá y Sonama S.A. – Versus – Ingenieros Civiles Asociados, FCC Construcción S.A. y Constructora MECO. Inderbitzen quería dejar constancia de todo lo ocurrido y que había tratado de contar en la audiencia del 24 de febrero de 2020 y que no le había permitido la magistrada Eva Cal de Saint-Malo.
En la declaración jurada el ex jefe de obras de ICA detalla minuciosamente como se tramaron y ejecutaron las infames y desleales acciones de los directivos del consorcio en perjuicio del contratista Sonama Panamá y Sonama S.A (ver declaración jurada)
El contenido de la declaración jurada que hiciera el testigo clave ante el notario Zanasco del Estado de La Florida, hace evidente que la juez Cal de Saint-Malo accedió a las presiones de los abogados del consorcio y podría haber incurrido en el delito de prevaricación. La declaración jurada de Inderbitzen ante un notario estadounidense deja muy mal parada a la administración de justicia de Panamá, así como a sus jueces y magistrados y podría poner a estos en la mira de los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea ya que la afectada es una empresa española y las revelaciones las hace un ciudadano mexico-americano ante un notario estadounidense.
*Mañana les compartiremos otra entrega sobre este caso y revelaremos el trafico de influencias, conflictos de interés y comportamientos antiéticos de bufetes y abogados panameños.