El presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, encabezó hoy sábado los actos protocolares conmemorativos del aniversario 57 de la gesta patriótica del 9 de enero de 1964, hecho histórico que conllevó a las negociaciones de un nuevo tratado y la reversión del Canal de Panamá a manos panameñas.
En horas de la mañana de este 9 de enero de 2021, correspondió al mandatario panameño colocar una ofrenda floral en el Centro de Capacitación Ascanio Arosemena, en donde se encuentra la Llama Eterna, un monumento en honor a los 21 mártires que ofrendaron sus vidas en la lucha por la soberanía nacional.
Cortizo Cohen ha señalado que se honra a los mártires “haciendo las cosas bien. Cada panameño tiene que hacer su trabajo”, destacó. Además, ha precisado que por la lucha de los mártires se conquistó “la quinta frontera”, pero que ahora nos queda pendiente lograr la sexta frontera, que no es más que la erradicación de la pobreza y la desigualdad.
El sitio donde se encuentra el Monumento a los Mártires, ubicado en los predios de la antigua Escuela de Balboa, fue el primer escenario de los enfrentamientos en 1964 y donde los estudiantes del Instituto Nacional reclamaron izar la bandera panameña.
Más temprano en su cuenta de twitter, Cortizo Cohen escribió: “Hace 57 años un grupo de estudiantes panameños defendieron con su vida nuestra soberanía, hecho histórico que marcó el inicio de la transferencia del Canal a manos panameñas. Uno de los más valientes y significativos episodios de lucha que hoy conmemoramos bajo una sola bandera”.
El tuit está acompañado del siguiente mensaje:
“Hoy el pabellón nacional ondea a media asta en la cima del Cerro Ancón, como señal de respeto y recuerdo a los mártires y heridos que lucharon por nuestra soberanía el 9 de enero de 1964. Un grupo de estudiantes panameños que, motivados por su patriotismo, dieron su vida para defender nuestra tierra a toda costa.”
El 9 de enero de 1964, un grupo de estudiantes panameños decidió marchar de forma pacífica a los predios de la Escuela de Balboa para exigir la izada de la bandera panameña, tal como había sido acordado entre las autoridades de ambos países; sin embargo, los jóvenes fueron atacados y la bandera que portaban fue desgarrada, lo que generó las protestas generalizadas en todo el país que luego de tres días de enfrentamientos, concluyeron con la muerte de 21 personas, en las ciudades de Panamá y Colón.