Durante 2021 Claro Panamá continuó reforzando su señal LTE en todo el territorio nacional hasta lograr que el 92% de toda su red ya cuente con este tipo de tecnología de banda ancha móvil. Después de esta inversión, a enero de 2022, el equipo técnico de la empresa señala que ya cuenta con una cobertura poblacional del 77%, lo que significa que 77 de cada 100 habitantes de Panamá ya residen en áreas en las que pueden acceder a los servicios móviles de Claro. Este refuerzo o ampliación de la señal se realizó en varios puntos a lo largo y ancho del país.
“La ampliación de la cobertura de la señal de Claro responde a tres necesidades clave para nuestra compañía: Satisfacer la calidad y capacidad de la señal y ampliarla a nuevas zonas para que nuevos ciudadanos puedan acceder a la conectividad”, comenta Antonio García, director país de Claro Panamá.
Según detalla el Banco Interamericano de Desarrollo en su Informe Anual del Índice de Desarrollo de la Banda Ancha, que aborda la situación de la Brecha Digital en América Latina y el Caribe, “La educación, la salud y el desarrollo productivo de las empresas tanto públicas como privadas son cada vez más dependientes de las tecnologías de la información y las comunicaciones TIC, e incluso suele existir una fuerte dependencia entre ellas. La necesidad de un mayor ancho de banda supone un importante desafío para los países que buscan generar mejoras tanto en la situación de sus habitantes como en la competitividad en sus mercados”.
“De ahí el papel fundamental que tienen operadoras como Claro a la hora de desplegar una red de banda ancha, tanto móvil como fija, que permita año tras año conectarse con una capacidad y velocidad adecuadas a sus necesidades, particularmente a través de dispositivos móviles en zonas rurales en las que aún no se han desplegado cable ni fibra”, agrega el ejecutivo.
Mejorar la cobertura en las ciudades
La banda ancha es uno de los motores del desarrollo de una gran cantidad de sectores, al impulsar, mediante un aumento de la productividad y la eficiencia de los procesos, un crecimiento económico que a la vez mejora la calidad de vida y el bienestar social. Según este mismo informe, existe una serie de beneficios socioeconómicos derivados de la inversión en banda ancha que se clasifican en cuantificables e intangibles, entre los que destacan el mejoramiento de la productividad, el ahorro de tiempo y costos, la calidad en sanidad, la eficiencia en los servicios públicos, la creación de empleo, la compartición del conocimiento, el desarrollo de nuevos sectores, la difusión de la cultura, la calidad educativa, la inclusión social y la igualad de oportunidades.
El caso de la inversión para mejorar la cobertura y la señal en las ciudades obedece a satisfacer una demanda cambiante que depende directamente del constante aumento de población en los núcleos urbanos y nuevas zonas productivas y residenciales que surgen en los alrededores del área metropolitana. De igual manera las nuevas vías de acceso que se construyen para unir estas zonas en las que se mueve la población, también requieren de una fuerte inversión que garantice la conectividad, particularmente en los momentos de alto tránsito y tranques.
“Nuestro reto para los próximos años es continuar invirtiendo en la ampliación de nuestra cobertura para contribuir al proceso de cierre de la brecha digital que aún sufren numerosas comunidades panameñas, especialmente las de las áreas rurales más apartadas y las comunidades originarias, sin olvidarnos de las grandes ciudades panameñas que continuamente crecen en habitantes y población trabajadora”, concluyó Antonio García.