Por: Gilberto Marulanda
La historiografía panameña ha realizado un análisis exhaustivo de la compleja evolución que culminó en la separación de Panamá de la República de Colombia en 1903. Diversas perspectivas han surgido para abordar este proceso, explorando sus causas y consecuencias. Por un lado, existía un creciente sentimiento de autonomía y un deseo de emancipación del gobierno colombiano. Por otro lado, la debilidad del gobierno colombiano para mantener el control sobre el Istmo de Panamá era evidente, y los intereses de Estados Unidos en la construcción del Canal de Panamá actuaron como un catalizador que los separatistas locales aprovecharon para proclamar su independencia en 1903. Esta coyuntura permitió que Panamá se convirtiera en una nación independiente de manera rápida y sin conflicto, ya que un grupo de individuos se congregó en el centro de Ciudad de Panamá y proclamó la independencia.
Este evento ha dado lugar a diferentes interpretaciones y narrativas, a menudo clasificadas como negras, blancas, terciopelo o eclécticas. La perspectiva ecléctica, adoptada por analistas panameños, reconoce la intervención estadounidense, pero la contextualiza afirmando que los conspiradores panameños tenían la intención de proclamar la separación independientemente de Estados Unidos. Según esta perspectiva, si bien Theodore Roosevelt buscaba “tomar el Istmo” por la fuerza debido al rechazo del Tratado Herrán-Hay, alegando “razones de utilidad internacional”, los líderes panameños estaban impulsados por motivos distintos y nacionalistas. La “versión ecléctica” busca explicar la separación como una coincidencia de intereses entre panameños y estadounidenses (Beluche, 2006, pág. 95)
En consecuencia, el 3 de noviembre de 1903, el líder de la revolución, José Agustín Arango, encomendó al destacado político panameño, el Dr. Carlos Antonio Mendoza, la tarea de emitir un Acta de Independencia del Istmo para anunciar la separación de Panamá de Colombia. En una sesión solemne celebrada el 4 de noviembre de 1903, se declaró a Panamá como un territorio independiente y soberano, bajo el nombre de República de Panamá, una acción respaldada por el conjunto de la población panameña. Inmediatamente se estableció una junta provisional de Gobierno compuesta por José Agustín Arango, Federico Boyd y Tomás Arias.
La nueva república fue reconocida por Estados Unidos, Francia y otros 15 países de América, Europa y Asia, marcando el inicio del proceso de construcción y consolidación de la República de Panamá como una nación libre e independiente. Aunque con el peso colosal sobre sus hombros, un tratado con los Estados Unidos, que se apropiaba a perpetuidad del principal recurso natural de nuestro país y nos convertía en un protectorado-Colonia de esta potencia económica y militar.
Beluche, O. (2006). LA SEPARACIÓN DE PANAMÁ DE COLOMBIA. MITOS Y FALSEDADES. Tareas, núm. 122, pp. 93-118.