Una de las ventajas de ser soltero es que no te limitas a ver o salir con una sola persona… Digamos que te da la ventaja de conocer mejor a esa mujer u hombre que te gusta.
Aunque parezca extraño, tienes más relaciones sexuales siendo soltero que en pareja.
Al fin y al cabo, el perro sin dueño, come todos los días, en diferentes lugares, diferentes platos. Es algo biológico, entre más activo, sexualmente eres, más atractivo eres. Es lo que algunos llaman química.
Muchas veces por complicaciones de la vida no se puede estar con quien quieras o estás con quien no debes, es por eso que muchos optan con relaciones abiertas.
Esto no quiere decir que estés con esa persona únicamente por sexo. Existen personas que te atraen tanto que olvidas el celular, al paso de las horas te das cuenta de que tienes, no sé 800 o 1000 mensajes sin leer.
Hace algunas semanas mientras esperaba a alguien decidí tomarme un café, el primer lugar que me encontré fue un conocido restaurante de comida rápida, ese que tiene un payaso en la entrada.
En fin, mientras disfruta un café negro, por esos azares del destino vi entrar una vecinita -jamás le había hablado-.
Yo está leyendo un periódico de la localidad, me di cuenta de que ella y su acompañante tenían la novela De Amor y de Sombra de Isabel Allende.
Leí ese libro como a los 17 años, trata de una mujer de clase media que se enamora de un hombre de clase trabajadora que apoya a la oposición armada de una dictadura sudamericana en los años 70 -casi todos los países latinos en esa época tenían una dictadura-. Le hice un comentario sobre el libro… Ella respondió “yo lo conozco, somos vecinos”.
Me pidió mi número para qué las ayudará con el resumen del libro, dudé un poco, pero accedí, total no tiene nada de malo.
Dos días más tarde recibí un mensaje que decía “Hola, ¿cómo estás?”. Mi respuesta fue algo fría “muy bien y usted”.
La conversación siguió hasta el punto de ¿eres soltero?. Si, algo así.
En ese punto dejé claro que no me interesaba tener nada con una niña de 20 años.
Para mi sorpresa la nenita me dice “siempre te he visto, siempre he querido hablarte. En ese momento todavía la veía como una niña, es más aún la recuerdo en uniforme de secundaria.
Como ya me había comprometido con lo del resumen, en un par de horas libres les ayude… Ya para el final la muchachita me cita, para mi sorpresa llega sola… Con un traje ceñido al cuerpo con un diminuto hilo dental de encajes -bueno eso lo descubrí después. Me saludo con un beso en la mejilla de esos que sutilmente te rozan los labios.
Luego me susurro al oído, ¿el señor me tiene miedo?. En realidad me sorprendió que la niña me intentará seducir.
Salimos a comer, luego entre besos acaricié su entrepierna, sin ninguna oposición, por lo que la invite a un hotel, ya que a mi casa no la puedo llevar.
“Papacito, estas superlindo, hace tiempo de quiero comer”, “moría por saber como besaba ese hombre guapote”.
En la habitación la universitaria me demostró que era toda una mujer.
Unos días después me escribió “papi te puedo ver cuando se me quite la regla”.
