Tomado de la Federación Internacional de Periodistas
El 8 de diciembre, miembros del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) asesinaron a la periodista Hanan Adam y a su hermano, Youssef Adam, en su casa de Wad Al-Asha, en el estado de Al-Gezira, en el centro-este del país. Ella era corresponsal de Al-Midan, un periódico local afiliado al Partido Comunista de Sudán. La Federación Internacional de Periodistas (FIP) se suma a su afiliada, la Unión de Periodistas Sudaneses (SJU), para condenar el atroz asesinato y pide una rápida investigación.
Los medios locales informaron del asesinato de la periodista Hanan Adam y su hermano, tras un ataque de las RSF en la zona rural de al-Madina, en el estado de al-Gezira.
Su empleador, el periódico Al-Midan, publicó un comunicado en el que lamentaba la pérdida de Adam y elogiaba su labor periodística. También trabajaba para el Ministerio de Cultura e Información en el estado de Al-Gezira, en la región centro-oriental del país.
Adam es el sexto periodista asesinado en Sudán en 2024. Es el país más mortífero para los periodistas en África este año, como resultado de la guerra de los generales.
RSF ha atacado sistemáticamente a periodistas y trabajadores de los medios de comunicación y ha estado directamente implicada en el asesinato de al menos cinco periodistas desde que comenzó el conflicto en abril de 2023.
El Secretario General de la FIP, Anthony Bellanger, condenó los continuos ataques y asesinatos de periodistas por parte de las partes en conflicto en Sudán y reiteró que los autores de estos crímenes deben ser llevados ante la justicia.
“Lamentamos la pérdida de nuestra colega Hanan Adam y de su hermano Youssef y enviamos nuestras más profundas condolencias a la familia. La FIP pide al gobierno sudanés que inicie una investigación y tome medidas concretas para poner fin al clima de miedo y violencia que sufren los periodistas en el país”.
La FIP insta a las partes en conflicto a que se abstengan de atacar a periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, ya que no son combatientes, y a que les permitan llevar a cabo sus actividades profesionales sin ninguna forma de intimidación o agresión.