Me cuenta mi amigo el editor que ha recibido varios correos sobre en que quedó la última historia. Antes de avanzar si no le seguí la corriente a mi vecina, luego de que me enseñará su ropa interior.
Lo primero que debo decir es que en cierto sentido la mujer actúa como un Sniper o un Francotirador, mientras que los hombres actuamos como un soldado con una ametralladora disparando a todo lo que se mueva, espero que esta alegoría se entienda bien.
Con el tiempo he aprendido que cuando una mujer elige a un hombre para tener una aventura, una relación o simple sexo casual, el personaje ha pasado un filtro.
De pronto el tipo le parece guapo, atractivo, se quiere vengar de su pareja, tiene alguna necesidad afectiva, etc. Aquí hago una pausa, puede haber una otra razón.
Sé que por lo que voy a decir muchos me van a odiar, pero el hombre romantiza más el amor. Las mujeres ven y sienten el amor de otra manera.
Dicho lo anterior, entendiendo que mi vecina no desea una relación, no va a dejar a su esposo, decido seguirle el juego Le escribí a mi vecina: “La próxima vez que salgas a correr, quiero que me sorprendas con la lencería más sexi que tengas”.
Dos días más tarde ella salió a correr con unos leggings deportivo, se le marcaba un micro hilo dental.
Disimuladamente, le pasé a su lado y le dije sígueme… La llevé hasta un parque que tiene un gazebo, por la hora nadie llega a este punto.
No le di la oportunidad de decir una palabra cuando la besé, bale mi mano lentamente por toda su espalda hasta llegar a su derrier, mientras que con la otra acariciaba su entrepierna, ella intentaba detenerme.
Logre meter mi mano dentro de los leggings y sentí que está más que húmeda, ella se arrodilló me bajo el zíper y me hizo un oral.
