Hay personas que no pueden estar juntas, ya sea por compromisos anteriores o por alguna incompatibilidad, pero esto no quiere decir que exista alguna química entre ambos.
Hablo de esas relaciones tóxicas…
El otro día mi madre me preguntó. ¿Oye y fulana de tal cómo está?.
Esa pregunta, me dio curiosidad. Dude en escribir a Ariana, es que su marido por alguna extraña razón me detesta.
Le escribí unos días más tarde y quedamos en tomarnos algo en un restaurante, al parecer tenía un problema.
Llegué al lugar de la cita, ahí estaba, con su tono de piel morena, mirándome con sus ojos gateados, con esa sonrisa que derrite a cualquiera.
De pronto recapacité, no fui ahí para acostarme con ella, solo quería hablar un poco, estar en otro ambiente y recordar a alguien que me entiende.
Ella pidió dos vodka tonic, lo que me sorprendió un poco. Después de cinco tragos, ella me puso la mano cerca de la entrepierna.
Respondí dándole un beso al estilo francés. De pronto ella miró su reloj y me dijo que ya debía irse. Me preguntó si podía darle un aventón hasta Albrook.
En el carro comenzamos a discutir ´por algo del pasado.
Una mujer nunca olvida nada.
Mientras hablamos, comencé a frotar su parte superior del muslo para ver su reacción. Cuando no hizo nada subí mi mano en su muslo.
Luego, subí su blusa para tocar sus pechos y apretar los pezones. Mientras acariciaba su pecho, ella abrió mi bragueta.
Emocionada, me quitó la correa para meter su mano dentro de mi pantalón.
Mientras yo pasaba suavemente mi lengua por sus pezones.
Comenzó a gemir, me empujó, metió mi pene en la boca y empezó a chuparlo, mientras yo observaba como entraba y salía de su boca.
Con el envión que me dio termine en su boca, ella se sonrió y me susurró al oído voy tarde me están esperando.