Es sábado por la mañana no tengo idea de qué voy a escribir, me preparo un café y colocó algo de música.
Hablando de música mi vecino el otro día me dijo que, si yo había sido DJ de alguna discoteca o emisora, porque escuchaba rock en inglés y en español, salsa sensual, regué, típico y demás géneros.
Creo que eso depende de mi estado de ánimo, entre más calmado esté me gusta escuchar Iron Maiden, Black Sabbath, los Stones, Nirvana, Guns N’ Roses, Héroes, Barón Rojo, etc.
Cuando quiero meditar prefiero a Silvio, Pablito o Bunbury, las metáforas te ponen a pensar. Y lo demás es música coloquial.
Me crie entre mujeres tengo cinco hermanas y cuarenta primas del lado materno y por parte de mi papá la cifra es tres veces mayor, por lo que para relacionarme anímicamente con mujeres me es fácil.
No quiero decir que no tenga amigos, si los tengo, pero es algo diferente les explico.
Entre hombres no es tan fácil abrirse a contar algunos temas. Pero cuando tienes confianza con una mujer en calidad de amiga; ella te pide consejo o se desahoga contigo.
Sé que para muchos no es inverosímil que exista una amistad entre un hombre y una mujer. En mi experiencia sí se puede.
Tengo amigas muy guapas, simpáticas, con buen sentido del humor; y no lo niego a veces me dan ganas de mandarlas a volar, cuando sufren por un perfecto imbécil.
En ocasiones ellas han sido mis consejeras en cuanto al amor se trata.
No niego que en el algún momento pudo haber algo de tensión sexual… Al final somos seres humanos de carne y hueso.
Una de mi mejor amigas Larissa, es tan bonita que parece modelo de Victoria’s Secret y aun así la dejaron plantada cuando se iba a casar.
Dos días después de eso me invitó a comer, fui pensando que sería algo de una hora como máximo… Para mi sorpresa se puso el «vestido de la venganza»: creo que toda mujer sabe a qué me refiero.
Larissa estaba con un vestido negro muy ceñido y corto, con un escote muy pronunciado, a leguas se notaba que no tenía ropa interior… La fresa del helado era el rojo carmesí, de sus labios que daban ganas de morderla…
Me tomó por el antebrazo, me susurró al oído hoy es viernes de cucaracha… El que no goza… La noche empezó con un Vodka tonic y terminó con José Cuervo reposado.
A la mañana siguiente me desperté en un sillón, con un sabor a fresa extraño en el paladar… Me levanto algo confundido, no sé dónde estoy, veo el traje en el suelo… Voy a lo que parece el baño de la habitación; tengo el cuello y la boca manchada de labial.
Larissa me da un beso en la mejilla y me dice; te quiero mucho “te portaste como todo un caballero; no paso nada”.
A veces estamos en el momento y lugar indicado. Con Lian tengo una amistad a veces medio tóxica, nos peleamos y luego nos perdonamos, en una ocasión con lágrimas en los ojos me contó que había perdido al bebé a los cuatro meses de gestación… No sabía qué decir, por lo que le di un fuerte abrazo, no sé por cuanto tiempo, sentía sus lágrimas correr y su corazón acelerado… Después de eso ella me secó el rostro, me besó la frente y me dijo “gracias”.
A veces un abrazo cuenta más que mil palabras, desde ese momento me quedó más que claro.
Más de una oportunidad alguien se ha confundido con mi forma de tratar. La mayoría de las veces solo quiero entablar una conversación de un tema X.
Eso me recuerda a lo que me decía una ex “hablas demasiado”, me daba un beso y me callaba.
