Por: Alfonso Fraguela
Empezó la cuenta regresiva, y con ella la hora de la verdad.
Los participantes se enfrentan, cada uno por su lado, dos realidades distintas que el pueblo deberá valorar durante todo este tiempo hasta llegada las elecciones de mayo de 2024.
Situación incómoda que lleva a los que están en el poder, a demostrar lo que hicieron en cinco años de mandato, mientras que lo que quieren llegar, deberán demostrar ¿qué ofrecen?
En forma clara. Hasta el momento, solamente hemos visto el rofeo sin propuesta alguna, lo que nos presenta una oferta electoral no muy promisoria.
Además, en esa línea hemos observado una campaña insipiente en redes sociales que reducen a los candidatos a simples bufones.
Lo que están presentando no es más que una serie de videos por las redes sociales de algunos candidatos a dirigir el país, que la verdad me asombra el grado de mediocridad e irresponsabilidad, que evidencia la falta de guía u orientación en el material publicitario que debe ser presentado al elector.
Los contenidos presentados al público parecen elaborados por egresados de algún parvulario. Testimoniales huecos y vacíos, con falta de contenido que no motivan a nadie a siquiera salir de casa el domingo 5 de mayo del próximo año, para las elecciones generales.
La carencia de propuestas por los candidatos, han obligado a presentar al pueblo trabajos publicitarios similares a lo que se presenta cuando se sale de un estadio donde “los amigos brincando abrazados”, emulando los movimientos de una Tribu.
Lo que estamos viendo es algo patético, y debe llevarnos a reflexionar, los problemas que enfrenta la sociedad no es un juego, ni mucho menos deben verse con la superficialidad que pretenden hacernos ver las cosas.
La existencia de la falta de empleo, la inflación, la educación, la basura, el alto costo de la canasta básica, la falta de medicamentos, el alza en el precio de los servicios públicos, la criminalidad, la corrupción, el problema del agua, los problemas de los huecos en la carretera son el resultado de una fracasada administración, que ahora seguramente quisiera regresar el tiempo atrás, para recomponer las cosas.
En la vida educativa los fracasados deben repetir, gracias a Dios esto no ocurre en el manejo de la cosa pública. En este caso, es mejor que esos funcionarios inútiles, encuentren su destino en la vida privada, porque en el manejo del Estado no han podido demostrar talento alguno, que merezca el reconocimiento.
Los ciudadanos debemos detenernos a pensar, y a mirar a nuestro alrededor con el fin de reconocer si esto que tenemos lo queremos por cinco años más. Si no lo queremos debemos exigirles a los candidatos con esas propuestas de papel el “know how”.
Cinco años estancados, donde el aparato gubernamental, está tirado sobre una cama y donde algunos dedos, son los que funcionan, no es lo que quiere este pueblo para el país ni para sus hijos.
Debemos madurar, y no dejarnos llevar por la influencia que puedan ejercer sobre nosotros, para obtener el voto.
