La pandemia generada en el mundo tras la aparición de la COVID-19 ha demandado
que el sistema sanitario panameño restructure y readecue sus instalaciones.
La ampliación y construcción de nuevas salas, un hospital exclusivo para atención
COVID-19 y la readecuación de infraestructuras para pacientes positivos, todos con
equipos nuevos, ha sido parte de las estrategias que el Ministerio de Salud (MINSA),
ha desarrollado para que el sistema no colapse.
La directora nacional de Provisión de Servicios, dra. Yelkis Gil detalló que a la fecha el
MINSA ha invertido alrededor de B/.21 millones divididos en el equipamiento que
incluye camas de sala y para la unidad de cuidados intensivos (UCI), ventiladores,
dispositivos de alto flujo, monitores, termómetros infrarrojos, carro de paro, carro de
medicamentos, rayos x portátiles, tomográfica computarizada o CAT, entre otros.
El trabajo social en cifras al cierre del 2020 ha sido fundamental en el manejo de la
provisión de servicios entre ellas se contabilizan 26,880 atenciones; 12,538 visitas
domiciliarias; 21,941 entregas de ayuda social y se ha beneficiado a más de 30 mil
personas en actividades educativas (perifoneo, distribución de material impreso,
colocación de carteles, entre otras).
La creación de la Red de Centros de Control y Trazabilidad Comunitaria (Cocytc),
establecido a nivel nacional permite que el control de los casos se mantenga en una
base de datos que logra medir el comportamiento epidemiológico, divididos en 15
centros regionales, 61 distritales, 103 de corregimiento y 2,093 comunitarios.
La admisión de pacientes en Hoteles Hospitales ha permitido cortar la cadena de
contagio, esta persona permanece aislada por un período aproximado de 14 días,
lo que imposibilita la transmisión del virus a sus familiares. Al finalizar el mes de febrero
se atendieron, en estas instalaciones 16 mil pacientes, en 18 instalaciones y las
mayores atenciones se dieron entre los 21 a 30 años.
Ir un paso adelante en la creación de infraestructuras ha sido la clave para enfrentar los
embates de la pandemia, las nuevas salas en: El Instituto Técnico Superior
Especializado (ITSE), Instituto Nacional de Medicina Física y Rehabilitación (INMFRE),
Figali, el Hospital Panamá Solidario, los hospitales campaña y las salas ubicadas en el
interior del país, funcionan como brazos auxiliares para que la medicina pueda intervenir
en un paciente afectado por COVID-19.
Sin embargo, el uso de las medidas básicas de protección es la principal estrategia para
evitar el contagio, el lavado de manos frecuente, el uso correcto de la mascarilla y el
distanciamiento físico permiten proteger a las personas y puede marcar la diferencia
entre convivir con sus familiares o estar en una sala de hospitalización.