La Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) recomienda que antes de adquirir un juguete, hay que verificar su estado y la garantía.
Comprobar si lleva en lugar visible, las indicaciones que permitan identificar su origen y si existe una edad mínima para su uso. Si tiene la más mínima duda sobre la seguridad que brinde a su hijo, no lo compre. Consulte siempre con los encargados de la juguetería.
Lea atentamente las instrucciones de empleo y las observaciones complementarias (referentes al montaje, equipo de protección, precauciones, etc.). Conserve los datos útiles del fabricante o distribuidor, y la factura, por si tuviera que hacer alguna reclamación.
Recuerde que los precios de los juguetes nunca han estado regulados, los mismos se rigen según la libre oferta y demanda. La ley exige que los precios se encuentren a la vista del consumidor y que los mismo se cumplan. En este aspecto, la Acodeco verifica que los escáneres registren los precios que tienen los empaques o en los anaqueles.
Además, cabe señalar que todo juguete, al igual que como los otros artefactos, cuentan con una garantía, la cual el consumidor debe exigir y de no estar señalada en la factura se acoge a la garantía legal de tres meses establecida mediante la Ley 45 de 31 de octubre de 2007. Durante este tiempo, si se presentan deficiencias en el artículo, el consumidor puede exigir la reparación, sustitución y en última instancia el reembolso de la cantidad pagada.