Las bebidas azucaradas, harinas refinadas, las golosinas, entre otros productos procesados no aportan los nutrientes que los niños en edad escolar necesitan, sostuvo Italia Farrier, nutricionista dietista de la Caja de Seguro Social.
El riesgo de padecer obesidad, diabetes e hipertensión se mantiene presente mientras los niños están en crecimiento, y evitarlas depende, en gran medida, de la alimentación que los padres les proporcionan; ya que una alimentación deficiente puede dificultar el aprendizaje y la concentración.
Farrier recomienda evitar los siguientes alimentos en las loncheras de los pequeños:
- Bebidas azucaradas: jugos, gaseosas, leches saborizadas, té frío, maltas, bebidas energética, yogures bebibles de sabores, etc.
- Harinas refinadas: panes, galletas, cereales de desayuno, etc.
- Golosinas: caramelos, pastillas, gomas de mascar, barras de chocolate, etc.
- Snacks ultra procesados: granolas, papas embolsadas, etc.
- Embutidos: jamón, salchichas, jamonillas, etc.
- Alimentos fritos.
Dentro de una alimentación saludable, también, se encuentra la manipulación adecuada de los recipientes que se usan, deben estar limpios; se recomienda, además, lavar con agua y jabón la lonchera y el termo del agua para evitar la contaminación.