La consultora estratégica McKinsey & Company presentó su reporte Global Banking Annual Review 2022, en el que se exploran los cambios en la banca como resultado del regreso de la inestabilidad geopolítica, el aumento de la inflación, junto con los efectos a largo plazo de la pandemia de COVID-19.
El informe señala que si bien los ingresos y los márgenes aumentaron transitoriamente debido a las tasas de interés más altas, más de la mitad de los bancos del mundo cotizan por debajo del valor en libros. De hecho, la banca ocupa el último lugar en una comparación de las valoraciones de mercado de los diferentes sectores de la industria, impulsada por sus débiles márgenes de ganancia y sus bajas expectativas de crecimiento.
En el caso de América Latina, el Global Banking Annual Review destaca que los ingresos han crecido más rápido que el promedio mundial a medida que se profundiza la penetración de mercado, especialmente en banca corporativa (37%) y banca de consumo (35%).
“El mensaje principal que transmite el reporte es que, en un momento de creciente divergencia y rendimientos relativamente mejores en el 2022, a los bancos se les presentará el reto de prepararse para el futuro, mejorando su resiliencia a corto plazo y aprovechar las oportunidades a más largo plazo para crecer y ser más rentables. Los bancos pueden enfocarse en crecer las ventas por medio de digital y reducir sustancialmente los costos de operar”, dijo Julio Giraut, Socio y Location Manager de McKinsey en Panamá.
Resiliencia para la sostenibilidad financiera
A pesar de las mejoras en el escenario global, más de la mitad de los bancos del mundo en 2022 continúa presentando un retorno sobre el patrimonio por debajo del costo del capital y el análisis de McKinsey sugiere que los recientes aumentos de margen generaron rendimientos por encima del costo del capital para solo el 35% de los bancos a nivel mundial.
No obstante, la rentabilidad bancaria alcanzó sus niveles más altos en 14 años durante el 2022 con un rendimiento esperado sobre el capital de entre el 11.5% y el 12.5%. Los ingresos a nivel mundial crecieron en $345 mil millones, impulsados por un fuerte aumento en los márgenes netos, ya que las tasas de interés subieron después de languidecer durante años. Por ahora, la banca a nivel mundial mantiene un índice de capital Tier 1 entre el 14% y el 15%, y muchos segmentos de la banca -incluyendo los minoristas, mayoristas y patrimoniales- se han beneficiado.
Tomar medidas audaces que propicien resiliencia a corto plazo y sentar las bases para el crecimiento a largo plazo será una acción importante para los bancos. La optimización de los balances, los costos y las posiciones de capital los ayudarán a superar estos tiempos volátiles, y será relevante aplicar prácticas excepcionales de gestión de riesgos e infraestructura tecnológica que puedan resistir los ciberataques.
A más largo plazo, los bancos se plantearán la transición de los modelos de negocio tradicionales a plataformas más preparadas para el futuro, en las que se desacoplan diferentes unidades de negocio, como la banca cotidiana y los servicios complejos de financiación o asesoramiento, y así fomentar relaciones con los clientes altamente especializadas. También podrían adoptar nuevas tendencias de crecimiento que modifiquen la industria, como la inversión ambiental y social, y ofertas más allá de la banca y la analítica avanzada.