El trastorno afectivo bipolar es un trastorno mental que puede afectar tanto a adultos como a niños. Se caracteriza por cambios inusuales en el estado de ánimo entre dos polos opuestos, puede ir desde una euforia o una alegría excesiva, denominado como “episodio maníaco”, hasta una tristeza extrema, conocida como “episodio depresivo”.
Así lo explicó la doctora Tania Navarro, psiquiatra del Departamento de Paidopsiquiatría en el Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera”.
La especialista resalta que los estudios sobre el tema no son concluyentes en cuanto a si este trastorno se da más en niños que en niñas o a qué edad se puede dar esta condición.
Usualmente se dividen en dos tipos:
Tipo 1: Presencia de uno o más episodios maníacos, alternados o no con uno o más episodios depresivos.
Tipo 2: Sucesión de episodios depresivos e hipomanías, sin que llegue a aparecer una manía completa.
La doctora hizo la observación de que es raro el diagnóstico de la bipolaridad en niños menores de 15 años.
Es importante recordar que el trastorno afectivo bipolar, solamente puede ser diagnosticado por un especialista idóneo. Existen muchas condiciones en la infancia y en la adolescencia que pueden ser confundidas con este tipo de trastorno.
Por ejemplo, los niños que hacen berrinches en edades tempranas, no necesariamente corresponden a síntomas bipolares.
Sin embargo, la especialista brinda algunos datos a tomar en cuenta:
• Condiciones ligadas a comportamientos demasiado intensos en edades de 6 años en adelante, no solamente porque sea una bipolaridad sino también porque puede ser otro tipo de trastorno.
• El episodio maníaco se caracteriza por un estado de euforia exagerado, por lo general se mantiene por una semana, y en niños o adolescentes puede aparecer también con un humor irritable.
• Dentro del episodio maníaco se pueden presentar síntomas como ser más hablador de lo usual y de forma muy rápida, distracciones, falta de sueño, comportamiento de grandiosidad, excesiva confianza en sí mismo y también conducta irritable.
• El episodio depresivo se caracteriza por una pérdida del interés en cosas que antes le gustaban, cambios en el apetito, que puede ser uno exagerado o por el contrario, perder el mismo; cambios en los hábitos del sueño, tanto dormir demasiado como dormir poco; fatiga prolongada, fallas en la concentración, pensamientos de culpa y, en casos demasiado extremos, hasta ideas sobre suicidio.
Ante un cambio súbito en el estado de ánimo del niño que sea sin razón aparente y de forma prolongada, la psiquiatra recomienda buscar ayuda profesional.
La terapia dependerá del tipo de bipolaridad que se diagnostique. La doctora explica que el uso de antipsicóticos de segunda generación son los medicamentos más usados.
No se descarta tampoco que haya un componente hereditario que cause este trastorno; por tanto, un diagnóstico oportuno al igual que un tratamiento eficaz es la mejor manera de mitigar el trastorno afectivo bipolar.
De no tratarse el trastorno afectivo bipolar puede acarrear problemas en la vida adulta, como adicciones al alcohol y drogas, problemas laborales y en las relaciones interpersonales.
Por último, la especialista concluye que lo importante es fomentar una buena comunicación entre padres e hijos, de manera que se eviten términos como “loco” o “bipolar”, que son usados de forma peyorativa. Cambios súbitos de ánimo son comunes en la población adolescente, y muchas conductas se estigmatizan dando lugar a que no se converse sobre estos temas.
El trastorno bipolar es una enfermedad de salud mental y requiere un diagnóstico y tratamiento acorde; por tanto, buscar ayuda profesional nunca debe ser motivo de vergüenza o de duda.