La salud bucal nunca debe descuidarse, independientemente de la edad, el mantener sus debidos cuidados evita el desarrollo de complicaciones y de enfermedades.
Además, permite que los dientes cumplan su función de cortar, triturar y masticar la comida para facilitar la digestión, proceso que permite que el cuerpo se nutra y se llene de energía.
La Dra. Sandra Rodríguez de Cerrud, jefa del Departamento Nacional de Odontología (DNO) expuso sobre una serie de padecimientos bucodentales que afectan a los adultos mayores, en especial si no se practican los correspondientes hábitos de limpieza.
El adulto mayor requiere de una atención especial de acuerdo a sus necesidades y sus facultades, pues son una población muy vulnerable y su sistema tiene menor capacidad de defensa.
Además, dependiendo de su condición de salud, su familia o sus cuidadores deben apoyarlos para realizar una buena higiene bucal.
Sobre la enfermedad periodontal, explica que es un padecimiento infeccioso crónico de las encías, que se manifiesta por un sangrado espontáneo o al cepillarse. Entre sus secuelas está el mal aliento.
Dicho mal afecta los tejidos de soporte de los dientes, incluyendo el hueso que los recubre. Igualmente, contribuye a la acumulación de depósitos de grasa dentro de las arterias, complicaciones de las vías urinarias, respiratorias, digestivas, de cáncer bucal y circulatorio, con probabilidades de sufrir patologías del corazón con riesgo de infarto.
Afirmó que un detalle que muy pocos conocen, pero al que se debe prestar atención, es que el adulto mayor sufre de xerostomía (disminución de la salivación o boca seca) como consecuencia de la cantidad de medicamentos que consumen y el no beber agua suficiente.
Aunado a la enfermedad periodontal se acentúa la pérdida de piezas dentales y, por consiguiente, se ve afectada la función masticatoria, produciendo una pobre nutrición y un deterioro en la calidad de vida del adulto mayor, si no se restablece con la rehabilitación, mediante las prótesis dentales.
La jefa del DNO recomendó que los adultos mayores -dependiendo de su condición- se deben cepillar los dientes tres veces al día, complementando este tipo de limpieza con el hilo dental y un enjuague bucal dos veces al día. En el caso de no poder realizarlo por ellos mismos, se debe capacitar a los familiares o a su cuidador para que realicen esta función adecuadamente.
Con respecto al cepillo de dientes, debe poseer cerdas suaves o extra suaves ya que las encías tienden a volverse más sensibles con la edad. Además, se deben emplear cepillos con mangos más grandes y ergonómicos, puesto que facilitan el agarre.
Una buena opción son los cepillos eléctricos de cabeza pequeña y cerdas suaves, así como los cepillos manuales diseñados para adultos mayores.
Concluyó que siempre es aconsejable consultar al dentista para obtener las recomendaciones específicas según las necesidades de cada persona.