La adolescencia implica cambios constantes, pues es una etapa en la que se sufren transformaciones físicas y biológicas y durante ese periodo pueden manifestarse enfermedades que afectan la salud mental del menor.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 7 jóvenes entre los 10 a 19 años sufre algún tipo de alteración mental que aumenta el riesgo de muerte por suicidio.
Sobre el tema, la Lcda. Leyla Vega, psicóloga Enlace de Bienestar Laboral y Social, en la Coordinación Provincial de Recursos Humanos de la Caja de Seguro Social (CSS) de Panamá Oeste, indicó que la depresión en los adolescentes es una complicación mental seria que lleva al joven a perder el interés en las cosas y a tener sentimientos de tristeza y apatía constantes, encerrarse en sí mismo apartándose de su entorno familiar y social e impidiéndole desarrollar sus actividades diarias con entusiasmo.
Mencionó que la depresión puede manifestarse de cualquier manera, bajo cualquier circunstancia, ya sea por una mudanza, por los cambios no satisfactorios de su cuerpo, por un divorcio, la pérdida de un abuelo u otro familiar muy querido, por la situación económica en el hogar, las calificaciones, etc. “de repente no hay nada en particular que sea un detonante para expresar tristeza, el adolescente simplemente está deprimido y es obligatorio prestar atención porque en ocasiones el chico no puede salir solo de la situación que lo aqueja”.
La Lcda. Vega señaló diversos signos visualizados en adolescentes deprimidos, por ejemplo:
-Ira, molestia y frustración por detalles simples
-Tristeza y llanto sin motivo aparente
-Desánimo, desesperanza
-Baja autoestima, se siente menos, su autocrítica es dura
-Falta de concentración, presenta indecisión en temas de importancia
-Duerme mucho o poco, se ve sin energía
-Pierde el apetito, sube y/o baja de peso
-Se aísla de sus familiares y compañeros de clases
-Su higiene personal es deplorable
-Practica el “cutting”, o la autolesión
-Tiene ideas suicidas.
A ciencia cierta, se desconocen las causas exactas por las cuales un adolescente presenta esta discapacidad, destacó la psicóloga, pero se cree que la neuroquímica del cerebro, las hormonas, los componentes hereditarios o los traumas o las conductas aprendidas, están involucradas de alguna manera.
Precisó que entre los mayores factores de riesgo se encuentra:
- El no tener clara o definida su sexualidad o conocerla y no aceptarse o no ser aceptado entre sus familiares
- Ser víctima de maltrato y abuso sexual
- Tener dificultad para aprender o sufrir de algún trastorno crónico (bipolaridad, bulimia, anorexia, hiperactividad, etc.)
- El consumo de alcohol y nicotina.
En estos casos, la psicóloga sugiere acudir con un profesional, “desde casa no puede solucionar el problema, tampoco ayuda querer restarle importancia, no porque usted no lo mencione, este no existe”.
Invita al adolescente y a sus padres a mantenerse activos (el problema es de todos) y en contacto con su familia y su grupo de amigos, practique deportes, no importa si solo camina, eso ayuda.
También aconseja evitar el consumo de alcohol y de sustancias que sirven de estímulo a estados negativos, a tenerse amor propio, “ámate, dedícate tiempo para compartir contigo mismo, ten pensamientos amables con tu persona, haz las cosas que siempre han llamado tu atención aun cuando no tengas el genio de hacerlas”, pero lo más importante y saludable es hablar con alguien de confianza si sientes que tienes episodios depresivos.