Giovanna Itzel Rodríguez Cáceres
Especial para el Digital Panamá
Con 72 años de edad, de los cuales 46 de ellos ejerce como médico, 39 en Panamá y 8 en Europa, el doctor José Jurado, ya retirado como coordinador del Programa de la Tercera Edad de la Policlínica “Don Alejandro de la Guardia, Hijo”, confesó que se vio inspirado a estudiar medicina cuando, “al ver en el pueblo donde nací en la provincia de Chiriquí a tanta gente humilde, muy pobres, las personas pasaban hambre y ni siquiera pensar en atención médica, ver todo este panorama, sentí la necesidad de estudiar para ser médico”.
Destacó que a pesar de que su padre quería que estudiara para ser contador como el, tenía otros planes, quería servir al prójimo, así que empezó a estudiar para ser religioso, periodo que lo ayudó a que valorara más al ser humano, pero no era lo que quería, sin pensarlo se fue a Europa a estudiar medicina.
Recuerda que para costear los estudios, tuvo que trabajar de todo un poco, en viñedos, restaurantes como lava platos, cosechando peras, en fin, luego al concluir sus estudios, ejerció la profesión en Suiza, Italia, se embarcó como médico de una tripulación hasta un pueblo llamado Tormes (España), “de allí se inspiraron, y salió la obra El Lazarillo de Tormes”.
En 1982 regresó a Panamá y en un momento pensó: “me estoy poniendo viejo y me hace falta culminar algunas cosas”; esto lo hizo contactarse con un amigo, donde luego de cumplir las exigencias, pudo obtener la idoneidad para poder ejercer aquí. Estuvo el tiempo requerido en el Complejo Hospitalario “Dr. Arnulfo Arias Madrid”, luego el área rural la cubrió en Darién en donde se quedó 3 años en vez de 1, de allí lo trasladaron a la Isla de San José en el Archipiélago de las Perlas, detalló Jurado.
Su mente se trasladada a un pasado y resalta que “nunca estuve de acuerdo con la dictadura, regresé al complejo, pero como sabían mi posición me tenían en el tuquito, y creyendo que me castigaban me mandaron a prestar servicio a los militares en el que hoy es el Hogar de la Esperanza en Veracruz, allí estuve dos años”.
Luego de la invasión en 1989 se deprimió mucho, ya que perteneció a Sanidad Militar, donde recuerda con tristeza como habían personas, que les insultaban, le decían que a ese grupo de doctores, había que botarlos, aun así, nunca dejó de ir a trabajar; era una situación muy complicada y tensa, relata el Dr. Jurado.
Su vida tiene muchas anécdotas e historias, recuerda una de ellas: “Entre tantas personas que he visto en las consultas, me tocó atender a la madre de la doctora Susana Jones Cano, sin saber que era la madre de ella, y en medio de todo esto me vio una vez en Calle 17 y me hizo seña de que siguiera a la secretaria, yo pensé que era el momento en que me botarían, pero no fue así”. Una vez en conversación con la Dra. Jones, esta le pregunto: ¿Dónde quiere trabajar”, a lo que él le respondió con mucho respeto. “mándeme a cualquier rincón del planeta, pero yo quiero seguir ejerciendo”.
La doctora Jones planeaba mandarlo nuevamente al Complejo Hospitalario por la experiencia que ya tenía al haber trabajado allí, pero lo pensó, y le expresó que se merecía ir a una policlínica a encargarse del Programa de la Tercera Edad y la visita domiciliaria en la unidad de Betania.
Al llegar a Betania se puso a la orden con el director médico, doctor Abelardo Saldaña, a quien conocía hace mucho tiempo y enseguida se puso a disposición, al mismo tiempo, llegó de la policlínica “Manuel María Valdes” en San Miguelito la doctora Norma Pino y ambos, en total acuerdo se coordinaron los dos programas para sacarlos adelante.
“A la doctora Pino le ofrecieron otro puesto, quede solo con los dos programas, hasta que un día el doctor Álvaro Arosemena dijo que me mandaría a una unidad y solicito la ayuda para que atendiera visita domiciliaria, llegó la doctora Tatiana Mandiche y luego el doctor José García, quien se encarga del programa hasta la fecha”, precisa.
De allí en adelante, el Dr. Jurado se ha encargado del Programa de la Tercera Edad, cuyo único fin es que el paciente de edad avanzada no llegue al Sistema de Atención Domiciliaria Integral (SADI), con un sin número de actividades entre estas son, charlas o conversatorios entre los profesionales y los pacientes.
El trabajo del personal de la tercera edad, es hacer sentir al adulto mayor importante, querido y respetado, ya que a esas edades se sienten solos, porque los hijos se van y padecen del “síndrome del nido vacío”, a veces también han partido sus parejas, y en ocasiones caen en depresión, por eso se le programan muchas actividades, teniendo en cuenta sus edades y sus patologías, para que su mente permanezca activa, explicó.
Anécdotas e historias
“Tengo muchas anécdotas para contarle, pero nunca terminaríamos”, afirmó el doctor Jurado.Pero se queda con algo especial: “Me quedo con la enseñanza de la doctora Cecilia Donderis, la conocí como residente en hematología, para mí fue la mejor jefa de jubilados y pensionados, ya que le gustaba mucho la docencia, y el conocimiento es poder y abre puertas, y lo que más he aprendido es que la tolerancia, la paciencia y el respeto hacia el ser humano, son los tres pilares fundamentales”.
“El mejor consejo que les puedo dar a los jóvenes, es que esta profesión se estudia para servir, y dar el ciento uno por ciento de nuestro ser a cada uno de los pacientes que atendamos, y no se dejen deslumbrar por el brillo de los carros que están en la acera del frente de la Facultan de Medicina”, concluyó este insigne médico que forma parte de los profesionales de la CSS.Huellas que deja en sus colegas y compañeros
El doctor Carlos Trejos, director médico de la Policlínica Don Alejandro de la Guardia Hijo”: “Puedo decir que cuando llegue a esta policlínica en el año de 1999, ya el doctor José Jurado era funcionario de planta de esta unidad, y siempre ha estado en el área de atención a los pacientes de tercera edad”.Agregó que “el doctor Jurado, forjó un vínculo con todos sus pacientes, ha hecho una excelente labor, y formó un equipo extraordinario en el cual siempre se apoyó para ayudar a todos los paciente de la tercera edad, el cual es el mayor porcentaje de las personas que se ven en esta unidad ejecutora”.
El doctor Trejos afirmó que “el doctor Jurado tiene un talento inexplicable para poder entablar una relación de confianza con sus pacientes, y lo hace con mucho amor, lo conozco como una persona seria, honrada y un excelente profesional, me enorgullece decir que lo considero, un amigo”.Un espacio duro de llenar, se le extrañará, pero llega el momento de decir “hasta aquí, no me queda más que desearle éxito en todos los planes futuros que tenga el doctor Jurado”, concluyó el doctor Trejos.Por su parte el doctor José de Jesús García, coordinador local –SADI, manifestó que “hemos escuchado de los éxitos, la trayectoria y el compromiso del Dr. Jurado, incluso estando en otras instituciones, o en áreas de difícil acceso o zonas apartadas del país, en situaciones muy difíciles”.
Agregó que este ha sido un profesional a carta cabal, siempre dispuesto para todos, digno de admirar, muy puntual y responsable en todas sus obligaciones, con un don de gente particular, esta familiaridad que el permite para que el paciente vaya poco a poco expresando todos sus sentimiento, más allá de la dolencia física.De acuerdo al doctor García, “el doctor Jurado tiene ese don de escuchar para que el paciente hable y exprese lo que siente, y esto no es algo tan fácil de lograr, he admirado siempre eso en el doctor, genera un ambiente muy familiar esto ayuda mucho a complementar el tratamiento médico y que el paciente cumpla”.“Todo su recorrido es de admirar, siempre con una entrega total aquí en la policlínica y extra muro, no hay mejores testigos que la infinidad de pacientes, quienes siempre lo están buscando, definitivamente se le va a extrañar y agradezco por toda la labor que ha hecho por los adultos mayores aquí en Panamá, se le desea el mejor de los éxitos, bendiciones”, finalizó el doctor García.