Por: Vianca Quintero Valdés
Cada 25 de abril se celebra el “Día del Escritor Panameño”, fecha en la que se destaca la labor cultural de los autores nacionales como un homenaje a la memoria del gran maestro de la literatura Rogelio Sinán.
Sinán ejerció en Panamá como profesor de español en el Instituto Nacional (Nido de Águilas) y de arte dramático en la Universidad de Panamá. Fue también diplomático en varios países y miembro de la Academia Panameña de la Lengua. La obra con que Sinán se dio a conocer fue la colección de poemas Onda (1929), publicado en Roma, Italia.
Con este poemario, Sinán rompe con la estética del modernismo, cultivada por los poetas románticos panameños hasta la fecha e inicia el vanguardismo en Panamá. Esta obra representó un cambio en la visión poética del mundo y en la forma de expresión con respecto a la poesía que se practicaba en ese momento en nuestro país. Murió en el año 1994 a los 92 años de edad.
Sobre la importante fecha, la presidenta de la comunidad de Escritores Independientes de Panamá (EINPA), Linda Astwood, indicó: “El día del escritor panameño es la vitrina más importante para destacar al talento local, si bien es importante y necesario rememorar a los escritores de trayectoria, también se debe destacar a los talentos emergentes en el campo de la escritura, sin importan si su obra es de editorial o autopublicada”.
“Como comunidad precisamente haremos un homenaje especial a nuestros escritores panameños y estaremos efectuando un sorteo de libros autopublicados”, señaló la autora.
El escritor y sociólogo Virgilio Hurtado destacó: “Ser escritor es sin duda ser un comunicador, al igual que un cantante, un escultor, o un presentador de televisión, la diferencia es que el escritor utiliza la escritura, el manejo de la estructura gramatical de un idioma, la interpretación de conceptos para ordenar las palabras y de esta manera plasmar su arte, es una actividad gratificante que requiere una dosis de alto valor de creatividad, ya que solo con su pluma y sus pensamientos logra hilar historias reales o ficticias”.
Hurtado dejó un mensaje contundente a los escritores: “No se puede anhelar la gloria sin haber construido primero el camino para ello y es que no hay nada más gratificante que escribir con la satisfacción de entregar algo positivo a la sociedad”.
Para el catedrático y escritor, no debemos escribir pensando en ser un ‘best seller’ o millonario a través de los libros, porque si se escribe en base a eso, “no estaremos resaltando la verdadera esencia de lo que es escribir, que es comunicar con nuestras palabras, enseñar algo, crear un nuevo paradigma, inspirar, y muchas veces enseñar los vicios que nos ahogan como sociedad. Lo ideal sería, entregar un producto bueno, inspirador y constructivo”.
“Una buena iniciativa que puede adoptar el Ministerio de Cultura para promover a los autores y sus obras, sería la impresión de los primeros 50 a 100 ejemplares y ubicarlas en las principales bibliotecas. Con este proyecto se buscaría enriquecer la cultura del país e incentivar a los literatos en ejercicio y a los emergentes”, puntualizó el escritor.
El periodista Británico Quesada (Fígaro Ábrego) brinda algunos consejos a la hora de escribir y promover las obras.
“Lean mucho y escriban mucho. No hay opción de rendirse y aprendan a mercadear sus obras porque lo que no se anuncia no se vende. No es solo un asunto de publicar una novela, cuento, poemario y obra de teatro sin que el mundo la lea. Busquen el mercado internacional digital”.
“Una excelente obra literaria no debe estar en el ordenador o un archivo hasta que muera y alguien la descubra”, destacó.
¿Qué iniciativas deberían adoptar los escritores o el Ministerio de Cultura para promover a los autores y sus obras?
“Apoyarlos junto con las autoridades municipales para la promoción y venta de obras. No dejarlos a su suerte, principalmente a los escritores emergentes o desconocidos. No es fácil “tirar trompadas” en el cuadrilátero local y mundial literario sin ayuda”, concluyó el escritor.