Por: Alfonso Fraguela
Lo que fue altamente criticado por la población panameña y que pensamos que no sería sancionado por el Gobierno, se constituyó en otra señal de que aquí se hace lo que beneficia a las minorías en detrimento de la mayoría.
Los desajustes que se han creado en la administración pública, han venido dibujando un país, donde la picardía se enmarca en el estilo de vida de quienes llegan a dirigir el país, obligando a los ciudadanos a pensar dos veces antes de votar.
Un ejemplo de lo que digo, es la Ley 376 del 31 de marzo de 2023, que permite a un servidor público que participe en política, escoger el salario que le resulte mejor, si el de la licencia o el del cargo de elección.
Esta Ley que modifica la Ley 37 de 2009 sobre la descentralización en la administración pública, y deroga artículos de la Ley 106 del 8 de octubre de 1973, publicada en la Gaceta Oficial No. 29752-A de viernes 31 de marzo de 2023, representa la cereza del dulce, pese a las constantes críticas recibidas por la sociedad civil, quienes ven en ella una cachetada a la población.
Esta Ley de 7 Artículos, deja un nefasto precedente en la Cosa Pública, y lanza nuevamente a manos de la Corte Suprema de Justicia, la labor de resolver tan tormentoso icono legal, de desagradable recordación ciudadana.
Un país con tantas necesitas, y se aprueba y sanciona una Ley con claros y evidentes vicios de inconstitucionalidad, en medio de un año electoral, representa un irrespeto a los asociados que ven con desencanto tal acto.
El Artículo 19 de nuestra Constitución es la norma que dispone que no habrá fuero ni privilegios, y que ha sido desconocida al momento de aprobar la Ley 376 antes mencionada.
El anhelo de servir a la patria, sufrió una mutación por sus propios hijos, quienes ahora desean servirse de ella.
Con las reservas hechas públicas de los partidos políticos en diversas posiciones, para las elecciones del próximo año, esta norma es un Tuxedo a la medida.
Esperamos que la Corte Suprema de Justicia actúe con celeridad, para evitar la voracidad desmedida que estamos viendo, y que está en puerta.
Que barbaridad y que injusticia con esa ley. Este gobierno ha sido el peor de todos la verdad. La gente confiaba en Nito, pero este señor ha tirado su partido por el retrete, la gente no va a votar mas nunca por este partido. El presi. lo acabó de enterrar.