Abordar el deterioro de la salud mental de los colaboradores e invertir y ofrecer algún tipo de programa de bienestar son parte de los cambios organizacionales que están abordando actualmente los líderes empresariales de todo el mundo y que tienen implicaciones significativas para las estructuras, los procesos y las personas.
Los cambios incluyen preguntas complejas sobre cómo organizarse para acelerar la resiliencia, encontrar el equilibrio adecuado entre los modelos de trabajo presencial y remoto, y construir nuevas capacidades institucionales en un momento de rápido cambio tecnológico, entre otros.
En este contexto, para ayudar a los directores ejecutivos y sus equipos de liderazgo a considerar estas preguntas, se realizó el informe El estado de las organizaciones 2023 de McKinsey. Este informe es un relato de una iniciativa de investigación en curso que busca identificar los cambios más importantes a los que se enfrentan las organizaciones y proporcionar algunas ideas y sugerencias sobre cómo abordarlos.
Como parte de la investigación, detalla Amalia Toro, se realizó una encuesta a más de 2500 líderes empresariales de todo el mundo y de ellos, solo la mitad dice que sus organizaciones están bien preparadas para anticipar y reaccionar ante impactos externos, y dos tercios consideran que sus organizaciones son demasiado complejas e ineficientes.
Explica Amalia Toro, que, a través de la Encuesta sobre el estado de las organizaciones, las conversaciones con los directores ejecutivos y sus equipos y los hallazgos de una investigación reciente de McKinsey, ha identificado diez de los cambios organizacionales más importantes que las empresas podrían abordar hoy.
Estos cambios son a la vez desafiantes y presagios de oportunidades, dependiendo de cómo las organizaciones los aborden.
Aumento de la velocidad, fortalecimiento de la resiliencia. La mitad de los encuestados en la investigación dicen que su organización no está preparada para reaccionar ante futuros impactos. Aquellos capaces de salir adelante, y rápidamente, de las crisis pueden obtener ventajas significativas sobre los demás.
Verdadero híbrido. El nuevo equilibrio del trabajo presencial y remoto. Desde la pandemia de COVID-19, alrededor del 90 por ciento de las organizaciones han adoptado una gama de modelos de trabajo híbridos que permiten a los colaboradores trabajar desde ubicaciones externas durante parte o gran parte del tiempo. Es importante que las organizaciones proporcionen estructura y apoyo en torno a las actividades que se realizan mejor en persona o de forma remota.
Abriendo paso a la IA aplicada. La IA es más que una oportunidad potencial para impulsar las operaciones de una empresa; también se puede utilizar para construir mejores organizaciones. Las empresas ya están utilizando la IA para crear canales de talento sostenibles, mejorar drásticamente las formas de trabajar y realizar cambios estructurales más rápidos basados en datos.
Nuevas reglas de atracción, retención y desgaste. Las personas están revisando sus actitudes tanto hacia el trabajo como en el trabajo. Las organizaciones pueden responder adaptando las propuestas de valor de los colaboradores a las preferencias individualizadas de manera que puedan ayudar a cerrar la brecha entre lo que quieren los trabajadores de hoy y lo que necesitan las empresas.
Cerrando el abismo de la capacidad. Las empresas suelen anunciar elementos tecnológicos o digitales en sus estrategias sin tener las capacidades adecuadas para integrarlos. Para lograr una ventaja competitiva, las organizaciones necesitan desarrollar capacidades institucionales: un conjunto integrado de personas, procesos y tecnología que les permita hacer algo mejor que los competidores de manera constante.
Caminando por la cuerda floja del talento. Los líderes empresariales han caminado durante mucho tiempo por la cuerda floja del talento: equilibrar cuidadosamente los presupuestos y retener a las personas clave. En el clima económico incierto de hoy, podrían concentrarse más en unir los mejores talentos con los roles de mayor valor. La investigación de McKinsey muestra que, en muchas organizaciones, entre el 20 y el 30 por ciento de los roles críticos no están ocupados por las personas más adecuadas.
Liderazgo consciente de sí mismo e inspirador. Los líderes de hoy requerirán ser capaces de liderarse a sí mismos, liderar un equipo de pares en la suite C y exhibir las habilidades de liderazgo y la mentalidad necesarias para liderar a escala, coordinando e inspirando redes de equipos. Para hacer eso, pueden desarrollar una gran conciencia tanto de ellos mismos como de los entornos operativos que los rodean.
Lograr avances significativos en materia de diversidad, equidad e inclusión. Muchas organizaciones priorizan la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI), pero en muchos casos, las iniciativas no se traducen en un progreso significativo. Para hacer realidad las aspiraciones de DEI, los líderes podrían identificar oportunidades para progresar tanto en sus organizaciones como en sus comunidades y en la sociedad en general.
Salud mental. Invertir en una cartera de intervenciones. Aproximadamente nueve de cada diez organizaciones en todo el mundo ofrecen algún tipo de programa de bienestar. Pero los puntajes globales de salud y bienestar siguen siendo bajos. Las organizaciones podrían reenfocar sus esfuerzos para abordar sistemáticamente las causas de los desafíos de salud mental y bienestar; las soluciones puntuales e incrementales no serán suficientes.
Eficiencia recargada. Más de un tercio de los líderes en nuestra encuesta enumeran la eficiencia como una de las tres principales prioridades organizacionales. Impulsar la eficiencia es algo más que gestionar crisis inmediatas o hacer el mismo trabajo con menos recursos; significa desplegar recursos de manera más efectiva donde más importan.
Se concluye que, si bien no existe un plan para el éxito al abordar estos cambios organizacionales, algunas empresas sirven como faros de inspiración, mostrando posibles caminos a seguir, así como las mejores prácticas de algunos líderes que se están adaptando a las recientes interrupciones económicas y operativas para forjar un nuevo camino para la organización moderna.