En Panamá, la mayor cantidad de nuevos casos de VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana), se registran en la población joven que oscila entre los 10 y 49 años de edad. En la Policlínica Dr. Blas Daniel Gómez Chetro, ubicada en el distrito de Arraiján se han logrado detectar, este año, 15 pacientes con la enfermedad, de los cuales diez corresponden al sexo masculino y cinco al femenino.
El Dr. Eloy Núñez, médico coordinador del Programa de VIH/Sida en la policlínica de Arraiján explicó que es necesario reforzar las medidas de educación y prevención, cruciales para enfrentar este problema.
Manifestó que los casos reportados han sido captados y remitidos a las unidades de la Caja de Seguro Social y/o Ministerio de Salud para que sean incluidos en las Clínicas de Terapia Antirretroviral para iniciar su tratamiento.
El VIH es un virus capaz de infectar y dañar las células del sistema inmunológico, que ataca o se aloja en los linfocitos T CD4, una clase de células en la sangre muy importante para la respuesta inmune del cuerpo frente a infecciones.
El virus se multiplica dentro de estas células, destruyéndolas, lo cual debilita el sistema inmunológico y con el tiempo esto deja al cuerpo vulnerable a infecciones y ciertos tipos de cáncer que no afectarían a una persona con un sistema inmune saludable, resaltó el galeno.
Los síntomas -señaló- pueden variar o incluso asemejar a otros cuadros infecciosos; sin embargo, la prueba de VIH es la mejor herramienta para el diagnóstico.
Entre los síntomas que se pueden presentar en las fases iniciales o la infección aguda del virus se encuentran: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, fatiga, dolor de garganta, ganglios linfáticos inflamados y erupciones en la piel y suelen aparecer entre 2 a 4 semanas después de la infección y desaparecen en unas semanas.
De allí, las siguientes etapas hasta llegar a la avanzada o Sida que es cuando aparecen infecciones graves o síntomas como pérdida de peso rápida, fiebre recurrente, sudores nocturnos, fatiga extrema, manchas en la piel o en las membranas mucosas, e incluso ciertos tipos de cánceres asociados a VIH.
Los beneficios de mantener un control -indicó el doctor- es la detección temprana del virus para iniciar el tratamiento y en aquellos que ya están diagnosticados es fundamental el seguimiento, control y toma de antirretrovirales (medicamentos para el control de la infección por VIH) para evitar la progresión de la infección, el Sida o alguna complicación asociada a la misma.
“Los pacientes que estén debidamente controlados mantendrán una salud intacta e incluso su esperanza de vida será igual al de la población en general”, aseveró.
Es importante destacar que existen diferencias entre el VIH y el Sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), la primera; es un virus, mientras que la segunda es una enfermedad y no todas las personas con VIH desarrollan SIDA, especialmente si reciben tratamiento adecuado.
Núñez insistió que los controles regulares de salud será siempre la herramienta eficaz para detectar, en tiempo oportuno, enfermedades.