En un emotivo acto, lleno de profundo dolor y sentimiento la Policía Nacional despidió este viernes 18 de noviembre al Capitán Post Mortem Allan Antonio Agrazal y al Sargento 1ro. Post Mortem Rigoberto Valdés Barría, ambos caídos en cumplimiento del deber, sirviendo a su país.
El homenaje dio inicio con la entrada de los féretros con los cuerpos de los policías caídos en el cumplimiento del deber, donde la familia uniformada, estamentos de seguridad familiares y compañeros entre otras autoridades, los recibieron con los honores correspondientes.
El monseñor Rafael Valdivieso, Obispo de la Pastoral de la Fuerza Pública, elevó sus oraciones por los familiares de las víctimas para que tengan consuelo y se recuperen del dolor enorme que significa perder a un ser querido.
El director de la Policía Nacional, John Dornheim, mostró sus condolencias a familiares, “Que duro es decir adiós a la partida de estos héroes ellos se enfrentaron al peligro y dieron su vida en cumplimiento del deber, es muy difícil ver caer a estos dos hombres buenos y valerosos que solo buscaban proteger y servir a cada uno de los ciudadanos que habitan en este suelo istmeño”. “Su sangre limpia será la semilla de generaciones de policías, honestos incorruptibles y más humanos enfatizó.
El oficio religioso se realizó ante la mirada y presencia del Presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, el director general de la Policía Nacional, el Ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, Miembros del Directorio Policial, jefes de zonas, jefes de los demás estamentos de seguridad, entre otras personalidades quienes rindieron honores a los compañero.
El Capitán Post Mortem Allan Antonio Agrazal a la zona policial de San Francisco, mientras que el Sargento 1ro. Post Mortem Rigoberto Valdés, en la 8va. Zona Policial