Por estos días, cuando se puede observar una leve nubosidad que no es más que un fenómeno que se presenta anualmente conocido como el “polvo del Sahara”, el cual podría provocar irritación en la garganta e inconvenientes en las vías respiratorias.
Ello, podría provocar que una persona que sufra de alergias, se vea afectada por esta situación, indicó la alergóloga, Rosella Lee, quien recomendó salir con las debidas protecciones del caso, principalmente con mascarilla, la cual además de proteger contra la COVID-19, juega un papel esencial para que ese polvo no llegue al cuerpo.
Además, de estos cubrebocas, la Dra. Lee que forma parte del equipo de especialistas del Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera”, indicó que los protectores faciales también puedan servir como barrera para evitar los efectos de esta sustancia.
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El polvo del Sahara es producido por masas de polvo procedentes del continente africano, las cuales son empujadas por los vientos alisios que pasan por el océano Atlántico hacia el Caribe, Centro y Norte de América.
