El esfuerzo siempre trae recompensa. Diez mujeres privadas de libertad del Centro Femenino de Rehabilitación Los Algarrobos, en la provincia de Chiriquí, celebraron con entusiasmo la primera cosecha de lechuga romana cultivada en programa de agricultura sostenible y orgánica del penal.
Lo que parecía un reto lejano se convirtió en una realidad gracias a la coordinación entre la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), institución que brindó la capacitación técnica y suministró las semillas, informó la directora del centro, Itzel Saldaña.
El programa forma parte de las iniciativas de resocialización y autosostenibilidad que impulsa el Ministerio de Gobierno dentro del Plan Libertad, que buscan dotar a las privadas de libertad de conocimientos prácticos para aprovechar el suelo disponible y adquirir destrezas agrícolas.
Además de la lechuga, aprenden técnicas de siembra de otros rubros como yuca, maní, cebollina, saril, otoe, ñame, apio, espinaca, ají, pimentón, habichuelas, zapallo, pepino, batata y plátano, herramientas que podrán emplear tanto para cultivos de subsistencia como para emprender proyectos agrícolas al recuperar su libertad.
Con estas acciones, se fortalece la capacidad productiva dentro de los centros penitenciarios y se impulsa la preparación de las reclusas para una reintegración social y laboral más efectiva.