Las intimidaciones a los periodistas por medio de amenazas verbales o escritas, y las agresiones a su persona es el método para coartar la Libertad de Expresión que se utiliza con mayor frecuencia en nuestra región.
Cada vez, en más países de la región los periodistas sufren ataques físicos y verbales que amenazan su capacidad para informar al público, especialmente las mujeres.
Las mujeres viven expuestas a un sinfín de riesgos, ejerciendo la actividad periodística. Con mayor o menor intensidad, en algún momento de su carrera, experimentan situaciones difíciles de enfrentar. Por este motivo, ALZAMOS NUESTRA VOZ, dándole a conocer a la UNESCO las amenazas que ha sufrido la periodista panameña Flor Mizrachi del diario La Prensa de Panamá producto de su incansable trabajo de periodismo investigativo.
“Miramos con suma preocupación los actos de violencia que se están dando en el país hacia la periodista Flor Mizrrachi, confiamos en que las autoridades protegerán la Libertad de Prensa de conformidad con las obligaciones del pacto internacional de derechos civiles en particular en relación a periodistas, siendo garante de su protección”, señaló Khadine Sanhueza, Presidenta del Movimiento Todas Con Voz.
Los ataques a periodistas son la más radical y violenta forma de censura, que atentan contra la democracia y el derecho humano fundamental de informar y ser informado.