Por: Vianca Vidal Quintero Valdés
Buenas noticias recibieron 20 familias de Finca 30 en Bocas del Toro. Desde ahora podrán decir que el predio donde residen les pertenece. Y es que la Autoridad Nacional de Administración de Tierras (Anati) realizó la tercera entrega que desarrolla en la provincia durante la actual administración de gobierno, donde se ha beneficiado a más de 600 familias.
Al iniciar esta jornada de entrega, se visitaron las viviendas de humildes familias que han seguido laborando en las fincas bananeras y que, gracias a los acuerdos entre empresa y el Estado, la Anati puede ingresar a esta zona, titular sus terrenos y dar la seguridad jurídica que les pertenecen y no se las pueden quitar.
Durante esta semana, también se recorrerá comunidades de Almirante, Las Tablas, Changuinola, para llevar este beneficio de casa en casa a 100 familias más.
“Muy contento y le doy las gracias a Dios y a ustedes que vienen hasta mi casa… Hace 30 años inicié trabajando en la empresa bananera, hoy soy jubilado y por fin se cumple mi deseo de tener este título”, expresó Marcelino Sánchez, uno de los beneficiarios.
Colaboradores de Anati, en compañía de autoridades locales, también se hicieron acompañar de personal de la regional del Ministerio de Desarrollo Social, quienes formaron equipo para al mismo tiempo de entregar este título se llevará a familias necesitadas ayuda social.
El diputado Abel Becker recordó los años de lucha de estas familias por tener su “pedacito de terreno” y que, finalmente, vean realizada la titulación de sus tierras.
“Son personas que merecen tener este título… Cada familia compró sus viviendas a la empresa bananera y este gobierno dando respuesta viene a concluir esta etapa con la titulación. Es una ayuda para estas humildes familias bocatoreñas, que merecen tener este documento y que a pesar de la pandemia estamos aquí beneficiándolos”, indicó Becker.
Cristina Santamaría, otra de las beneficiadas, destacó su alegría pues hace más de 4 décadas dejó su provincia, Veraguas, para hacer una nueva vida en la zona bocatoreña, donde junto a su esposo Víctor Vega ha sabido llevar el sustento a casa y radicarse en esta tierra como si fuese donde nació.
“Yo considero que soy bocatoreña porque llevo 40 años aquí desde que llegamos de Río de Jesús buscando mejores días. Mi esposo vino gracias a un tío a laborar en la finca, pusimos esta abarrotería y hemos sabido salir a delante”, puntualizó la beneficiaria.
Con esta iniciativa unos 20 hogares dejan atrás 30 años de espera por los títulos de propiedad de las tierras e inician una nueva etapa en los predios donde han residido y cimentado sus viviendas.