Por Jorge I. González Abogado.
Egresado de la Universidad de Panamá
En homenaje a la Universidad de Panamá en el 88 aniversario de su inauguración. La Universidad de Panamá arribó este 7 de octubre al 88 aniversario de su inauguración en las instalaciones del glorioso Instituto Nacional, Nido de Águilas, hecho acaecido el 7 de octubre de 1935. Originalmente, las clases universitarias en dicho colegio solo fueron en el turno nocturno.
El primer rector de la Universidad de Panamá fue el Dr. Octavio Méndez Pereira. La Universidad de Panamá fue creada mediante el decreto 29, del 29 de mayo de 1935, durante la administración presidencial de Harmodio Arias Madrid.
En 1947, durante la administración de Enrique Jiménez y el rectorado del Dr. Octavio Méndez Pereira, fue colocada la primera piedra de lo que sería Ciudad Universitaria, en donde reside en la actualidad.
En 1950 empezó sus funciones en el nuevo campus con 4 facultades. Hoy dicho campus central se conoce como ciudad universitaria Octavio Méndez Pereira. Su actual rector es el Dr. Eduardo Flores Castro.
Desde su fundación e inicio de labores, la Universidad de Panamá ha jugado un papel trascendental en el desarrollo de país, propiciando el avance de las fuerzas productivas sociales de la nación, forjando en su seno a miles de profesionales con conciencia humanista y sentido de patria.
La Universidad de Panamá jugó un papel central, intelectual y motor, en la lucha de liberación por la descolonización de la antigua zona del canal.
Por las aulas de la Universidad de Panamá se educaron importantes luchadores sociales, diplomáticos, políticos y profesionales de la diplomacia, que contribuyeron a la erradicación de la colonia norteamericana en la zona del canal y a la reversión del canal a manos panameñas en 1999.
Ese es uno de los grandes legados de la Universidad de Panamá.
El canal de Panamá hoy día la entidad que más recursos aporta al Estado.
De esa manera, Universidad de Panamá se constituye en un baluarte de la independencia y soberanía del Estado Nación Panameño. Se convirtió en casa de la ciencia, del pensamiento filosófico y en fortaleza propulsora de la cultura e identidad nacionales.
Ha sido uno de los más relevantes epicentros de las luchas sociales por la forja de un estado de bienestar y de justicia social para las capas medias y populares.
Devino en medio histórico de movilidad para los hijos e hijas del pueblo. En la actualidad, la Universidad de Panamá es una macro institución de educación superior.
Es lo que el Dr. Jaime Gutiérrez, actual vicerrector de investigación y postgrado de la Casa de Octavio Méndez Pereira, denominó “una macro universidad en un no muy extenso país”, en el marco de su discurso inaugural del II Congreso Científico del Centro Regional Universitario de San Miguelito. Una frase que representa una excelente síntesis sobre el peso de la Universidad de Panamá en el país.
De acuerdo a estadísticas de la Dirección de Planificación y Evaluación de la UP, en el primer semestre de 2022, la misma tuvo una matrícula de casi 95,000 estudiantes, entre matriculados en cursos de licenciaturas, técnicos y postgrado, todo ello en un país, Panamá, con poco más de 4.2 millones de residentes habituales (Contraloría General. 2023).
Lo cual significa que si matricula viene representando aproximadamente el 2% de la población nacional.
Datos que confirman el impacto de la Universidad de Panamá en el conjunto de la nación. La Universidad de Panamá promueve la equidad de género y los derechos de la mujer a nivel de la sociedad, contribuyendo con la formación (en 2022) de 62,000 mujeres, que vino a ser el 65% de la matrícula total de la UP. (Dirección General de Planificación y Evaluación Universitaria, 2022).
La institución que nos atañe tiene una estructura que se extiende a lo largo de toda la geografía panameña, con el campus central Octavio Méndez Pereira, el campus Harmodio Arias Madrid, en Curundú y la impresionante red de centros regionales: San Miguelito, Panamá Este, Darién, Colón, Panamá Oeste, Coclé, Veraguas, Azuero, Los Santos, Bocas del Toro y la Facuitad de Ciencias Agropecuarias en Chiriquí. Posee también las Extensiones universitarias en Soná, Aguadulce, Tortí, Ocú y Arraiján. Se cuenta con 21 programas anexos en zonas de difícil acceso en diversos puntos del país, desde Bocas del Toro y Veraguas hasta Darién.
Por otra parte, y en un hecho sin precedentes en los anales académicos de nuestro país, región, la Universidad de Panamá brinda educación superior en los centros penitenciarios, el Centro Femenino de Rehabilitación y el Centro Penitenciario El Renacer, administrado por el Centro Regional de San Miguelito y del Centro Penitenciario de Santiago, bajo responsabilidad del Centro Regional Universitario de Veraguas.
Nuestra primera casa de estudios es históricamente un espacio de agitación de todas las tendencias políticas e ideológicas. Tanto docentes, como estudiantes y funcionarios y funcionarias, se organizan en asociaciones, gremios profesionales, sindicatos y organizaciones de interés sociopolítico, ideológico y académico. Existen cientos de agrupaciones de diverso tipo estamental en los registros de la institución.
Esa proliferación de ideas y afán organizativo universitario solamente puede verse en la Universidad de Panamá.
Entre los retos nacionales e internacionales de la Universidad de Panamá del siglo 21 (y de la nación en general) está la construcción de un proyecto nacional en función de un país soberano, de progreso social, inclusivo, ecológico, orientado a la diversificación de la ciencia, la tecnología y la producción, abierto a la colaboración e intercambio respetuoso, justo, con todos los países del orbe y defensor de los principios del Derecho Internacional. No podemos cerrar este artículo si no es con una declaración histórica del doctor Octavio Méndez Pereira, primer rector de la Universidad de Panamá, un pensamiento que adquiere hoy día plena vigencia ante los esfuerzos de la humanidad por construir una convivencia multipolar, sin hegemónicos y de cooperación entre las naciones.
Dijo el Dr. Octavio Méndez: “En las naciones débiles y pequeñas, sobre las cuales se ciernen los nubarrones del imperialismo, de los fuertes, cultura general, la ciencia e investigación significan, más que ninguna otra, autonomía, personalidad y liberación efectivas.”
Panamá, 7 de octubre de 2023