El virus del papiloma humano (VPH) se encuentra entre las infecciones de transmisión sexual más prevalentes en el mundo.
A pesar de que frecuentemente se asocia con la salud femenina, es importante recordar que tanto hombres como mujeres pueden contagiarse, y en algunos casos, las consecuencias pueden ser severas.
La Dra. Rose Mary Ramos, directora médica de la Policlínica “Alejandro Don Alejandro De La Guardia, Hijo”, perteneciente a la Caja de Seguro Social (CSS), señala que la infección por VPH a menudo pasa desapercibida, debido a la falta de síntomas evidentes y que su persistencia puede llevar a complicaciones que requieren atención médica profesional.
¿Cómo se transmite y cuáles son sus riesgos?
El VPH es extremadamente común y aunque afecta a ambos géneros, las repercusiones pueden ser más graves si no se detecta a tiempo. Muchas infecciones por VPH no presentan síntomas y suelen resolverse de manera espontánea. Sin embargo, en aquellos casos en los que el virus persiste, puede desencadenar serios problemas de salud.
Diagnóstico: Retos para ambos sexos
El diagnóstico del VPH implica desafíos diferentes para hombres y mujeres. En el caso de las mujeres, existen pruebas eficaces como el Papanicolaou y el test de VPH que permiten identificar la infección y detectar cambios en las células del cuello uterino. Sin embargo, para los hombres no hay pruebas de rutina, lo que significa que muchas veces la infección se descubre solo cuando ya se han desarrollado verrugas genitales o una enfermedad más avanzada.
La Dra. Ramos advierte que “la falta de pruebas específicas en hombres puede llevar a que muchas infecciones no sean diagnosticadas hasta que se presentan complicaciones serias”.
Prevención y tratamiento: Opciones disponibles
Aunque actualmente no existe una cura definitiva para el VPH, en la mayoría de los casos, el sistema inmunológico es capaz de eliminarlo de forma natural. Si el virus provoca verrugas genitales, hay tratamientos disponibles como cremas, crioterapia o procedimientos quirúrgicos para su eliminación. En etapas más avanzadas, donde la infección ha evolucionado hacia el cáncer, pueden ser necesarios tratamientos como cirugía, radioterapia o quimioterapia.
La prevención es fundamental. En tanto, la vacunación contra el VPH se muestra como una herramienta eficaz, especialmente cuando se aplica en edades tempranas, antes de la posible exposición al virus. Además, el uso correcto del preservativo puede ayudar a reducir el riesgo de transmisión, aunque no lo elimina por completo.