Un total de 42 familias bocatoreñas, que vivían en extrema pobreza y donde hay personas con discapacidad y enfermedades crónicas, recibieron sus nuevos hogares de parte del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot).
Con estas soluciones habitacionales se benefician cerca de 300 personas, entre niños y adultos de los corregimientos de Punta Peña, Rambala, Chiriquí Grande y Punta Robalo, en el distrito de Chiriquí Grande, quienes vivían en su mayoría en casas construidas de madera y zinc.
Entre los beneficiarios está Francisco Ábrego, de 43 años, quien habita con su cónyuge, Aurelia Miranda, de 43 años y cuatro hijos menores en las edades 7 a 17 años en el corregimiento Punta Peña.
El cuadragenario sufre de una anomalía congénita de nacimiento conocida como Pie Equino Varo, que no le permite la movilidad muscular y de los huesos.
En el mismo corregimiento, Juliana Samudio, de 36 años, recibió las llaves de su nueva residencia donde podrá vivir cómodamente con su familia, conformada por nueve integrantes en edades de 6 a 17 años, de ellos Adair Villasanta tiene parálisis cerebral. La vivienda era de dos niveles, construida de madera y zinc completamente deteriorada.
Igualmente, Yuli Montezuma, de 66 años, reside con su cónyuge, Vilma Jiménez, de 51 años y sus dos hijos en edades de 14 a 18 años. La casa estaba construida de zinc, techo de pencas, plástico y piso de tierra. Él es el único sustento de su hogar trabajando en su propia finca.
El director regional del Miviot, Guillermo Rivera, acompañado de la gobernadora de Bocas del Toro, Estela Stephenson, indicó que estas 42 familias fueron beneficiadas con una solución habitacional con un espacio de 40.96 metros cuadrados, con sala-comedor, cocina, baño higiénico, lavandería y portal.
Algunas casas cuentan además con adecuaciones para personas con discapacidad, que mejorará considerablemente sus condiciones de vidas.