En Navidad y fiestas de Fin de Año, tal como se entona en algunos cantos “muchos van alegres y otros van llorando”, y la causa es el cúmulo de emociones que se generan en esta época, cuando la palabra “prisa” es una constante.
La doctora especialista en psiquiatría, Malaika Fagette Wilson regaló píldoras de sabiduría para lidiar con las situaciones vividas esta temporada, destacando que en estos tiempos muchos desarrollan estrés y ansiedad al querer tener ropa nueva, la casa decorada y remozada y una cena de Fin de Año ideal.
En ese trajín –indicó- las calles están abarrotadas de carros, la gente se pelea por un estacionamiento, quieren captar la atención para ser el primero al ser atendido en las compras, lo que genera poca empatía y por otro lado, a pesar de las luces y guirnaldas, hay quienes todo se les torna gris al sentirse solos y tristes, por razones como la pérdida de un ser querido o por estar en otro país, lejos de sus seres queridos.
Ante estas distintas realidades la especialista que labora en la Policlínica “Presidente Remón”, de la Caja de Seguro Social, invita a enfocarse en ser más flexibles ante los hechos que no se puedan controlar, puesto que hay situaciones que se escapan de las manos, como podría ser no tener suficiente dinero para adquirir todo lo que se quiere o carecer de suficiente tiempo para el sinfín de tareas.
Otro detalle importante para ayudar a la salud mental es ser agradecidos por la vida, la salud y por los dones, que no son más que las acciones “que logramos hacer, nos gusta hacer y se nos hacen fáciles”, explicó, además de el hecho de compartir con los amigos, la familia y el prójimo, puesto que coloca al sistema nervioso en un estado de calma.
