InicioOpiniónLAWFARE O GUERRA JUDICIAL CONTRA VICTORIANO LORENZO. VIOLACIONES AL DEBIDO PROCESO

LAWFARE O GUERRA JUDICIAL CONTRA VICTORIANO LORENZO. VIOLACIONES AL DEBIDO PROCESO

Por Jorge I. González
Lic. En Derecho y Ciencias Políticas. Maestrando en Derecho Internacional

Este 15 de mayo de 2023 se cumplen 120 años del nefasto e ilegal fusilamiento contra el General de División, Victoriano Lorenzo, coclesano convertido en el primer guerrillero de las clases sociales de corte popular de América Latina en el siglo XX.

Integrado al campo de la revolución liberal a mediados de 1900 de la mano con el caudillo liberal Belisario Porras, el guerrillero heroico Victoriano Lorenzo se introduce como líder indiscutible de los campesinos y originarios, volcados a la lucha total por sus intereses, aportando el ingrediente de la reivindicación social profunda dentro de la lógica de la guerra entre liberales y conservadores, levantado en lo alto junto a los campesinos originarios y mestizos, el discurso social de la coyuntura histórica, transformando la confrontación convencional de elites burguesas en una lucha de clases de naturaleza insurgente, mediante la acción guerrillera y las exigencias de tierra y justicia para campesinos y originarios indígenas.

Eran los prolegómenos de la independencia ideológica y política de las clases explotadas del campo y la ciudad, que evolucionará con fuerza hacia las primeras décadas del siglo 20, respecto de las ideas liberales, cuyas cúpulas fueron cada vez más cancelando sus contradicciones, otrora más contundentes, con el partido conservador. Las ideas más socializantes, de expresión más popular, se condensaron por lo pronto en la aparición del liberalismo popular.

Convertido en General por aclamación de su pueblo y reconocimiento de los liberales en la segunda etapa de la Guerra de los Mil Días, sobrevenida tras la derrota liberal en el Puente de Caledonia (en 1900) y que marcó el fin de la primera etapa; el General Victoriano Lorenzo fue una vez culminada la guerra, traicionado y apresado por la élite liberal conservadora que pactó la paz de Wisconsin en noviembre de 1902, con la mediación imperial de Estados Unidos, cuyos intereses estratégicos buscaban crear las condiciones para la construcción de un Canal por Panamá, adueñarse de los activos franceses del primer intento fracasado de vía acuática y montar el escenario, de ser necesario, para la apropiación colonialista de la zona de tránsito panameño mediante la fuerza o el recurso de métodos de facto.

La lucha insurgente guerrillera del General Victoriano Lorenzo constituyó una amenaza estratégica para los planes de construcción del Canal y desalojo forzoso de comunidades por parte de Estados Unidos y la élite liberal conservadora colombo panameña. Por esa razón le mataron. Con posterioridad a la ejecución de Victoriano Lorenzo, surgirán determinadas contradicciones entre Estados Unidos y las elites panameñas, por un lado, y las elites de Bogotá, por el otro.

Años antes se había dado otro precedente de guerra judicial política similar al de Victoriano Lorenzo. El 18 de agosto de 1885 fue ahorcado el dirigente liberal popular radical Pedro Prestan, crítico de la injerencia norteamericana en Panamá y opuesto a las ideas del centralismo conservador colombo-panameño. Fue líder de una rebelión liberal de extracción popular en Colón, la cual fue sofocada. Prestan fue señalado injustamente de haber provocado el incendio de la ciudad de Colón y de supuestos daños a los intereses del ferrocarril transístmico, propiedad de los norteamericanos. Lo persiguieron porque lo consideraban una amenaza a los intereses de los grupos de poder. Fue traicionado por las cúpulas liberales burguesas, igual que Victoriano Lorenzo, sometido a un juicio también sumario y condenado a muerte por la horca, sin que se respetara el debido proceso.

A Victoriano Lorenzo sucederá algo muy parecido. Pese a estar desarmado y tras haber sido deliberadamente aislado del proceso de negociación del Wisconsin, fue detenido de forma traicionera por liberales y conservadores tras la firma de la paz, siendo apresado y enviado a la capital, Panamá, a partir de noviembre de 1902 hasta su fusilamiento el 15 de mayo de 1903, a meses de la pronta separación de Panamá de Colombia.

En este momento, con su detención, que empiezan las ilegalidades, tomando en cuenta que el General Victoriano Lorenzo en ningún momento impulsó la decisión de confrontar el contenido del Pacto del Wisconsin. Esa era la excusa de sus enemigos políticos, tanto colombianos como panameños, liberales y conservadores que, justo, Estados Unidos, lo veían como un obstáculo para la explotación de los campesinos y para el desalojo que iban a sufrir las comunidades del Chagres, producto de lo que ya se perfilaba como objetivo imperial de Estados Unidos y la elite liberal conservadora: la futura construcción de un Canal por Estados Unidos, convertido desde mediados del siglo 19 en el factor creciente de intervención en Centroamérica y el Caribe, su llamado, Mare Nostrum.

El General Victoriano Lorenzo fue detenido por espacio de varios meses en el cuartel de Las Bóvedas, sede del denominado Batallón Colombia. El 14 de mayo de 1903, el alto mando arribado desde Colombia (a la que pertenecería Panamá hasta noviembre de 1903) ordena la conformación de un consejo de guerra para juzgar a Victoriano Lorenzo como criminal, adjudicándole la supuesta responsabilidad de acciones de rebelión contra la paz del Wisconsin, lo cual era falso, así como adjudicándole también y sin mayor rigor probatorio, una serie de delitos, por presuntos actos de asesinato y pillaje, nunca probados de manera técnica, en un contexto procesal parcializado y carente de principios.

Tal cual como sucede hoy día en 2023 con el denominado “lawfare” o la judicialización de la política, para eliminar del camino al General Victoriano Lorenzo, defensor de los pobres, sus oponentes de clase tenían ante todo que lanzar una campaña de estigmatización y minar su legitimidad en la sociedad. Así las cosas lo trataron de proyectar en la sociedad como saqueador y asesino.

Victoriano Lorenzo el 14 de mayo fue llevado a juicio de forma súbita y lo declararon culpable de cuatro delitos, condenándolo el tribunal militar conservador, enemigo de Victoriano Lorenzo y la causa liberal popular, a la pena máxima de fusilamiento.

Victoriano Lorenzo, el Cholo General, no tuvo derecho a presentar testigos. Tampoco pudo preparar de manera efectiva su defensa, pues no pudo escoger con suficiente tiempo de anticipación a un abogado para preparar su defensa. Los relatos históricos indican que el abogado de apellido Mallarino, perteneciente al ala ideológica política de los conservadores, partido de los inquisidores contra Victoriano, no artículo una defensa coherente que le hiciera justicia al acusado. Los cargos que se le imputaron no fueron debidamente vinculados al imputado mediante pruebas conducentes que establecieran nexo criminal con el reo. No hubo condiciones de igualdad entre las partes desde el comienzo, aplicándosele al General Victoriano Lorenzo un proceso de tipo sumario, que no guardó las normas del debido proceso y en consecuencia, la racionalidad fundacional de la división de los poderes del estado moderno burgués. Ya desde aquella época, fines del siglo 19 y comienzos del siglo 20, vemos que la administración del poder judicial en estas tierras era de una forma para los ricos y otra muy distinta, represiva y arbitraria, corrupta, contra los pobres.

Pese a los pedidos de clemencia ante el consejo de guerra y que provenían de figuras como el dirigente liberal popular del siglo 19, Buenaventura Correoso, el ilustre abogado Carlos A. Mendoza, entre otros, la audiencia de juzgamiento dirigida por el alto mando militar Esteban Huertas, también conservador, dictaminó en contra del debido proceso, la ejecución del General Victoriano Lorenzo.

De esta forma, mediante un juicio completamente espurio, súbito y amañado, lleno de vicios antijurídicos, se consuma la traición contra Victoriano por parte de las elites liberales y conservadoras, ambos en contubernio con el gobierno de Estados Unidos, poder emergente industrial del siglo 20, que no satisfecho con arrancarle a México la mitad de su territorio a través de la guerra, intentó mediatizar la independencia del pueblo de Cuba del poder español, buscando reemplazar a este último como potencia dominante. En el caso concreto del Istmo de Panamá, unida a Colombia de 1821 a 1903, Los Estados Unidos fueron afianzando sus intereses intervencionistas desde la década de los 50 del siglo XIX, a partir de la construcción del ferrocarril transístmico, el tratado Mallarino Bidlack y convenio Stephen Paredes. Acuerdos suscritos entre Colombia y Estados Unidos que iban afianzando progresivamente la hegemonía de Estados Unidos en la región.

Con la realización de dicho juicio completamente irregular, se violaron los principios del debido proceso, tanto civil como incluso, el aplicable a la jurisdicción militar.

No se respetó el principio del contradictorio del debido proceso, pues el General Victoriano Lorenzo no tuvo derecho a contradecir o enfrentar de manera vehemente y efectiva los cargos imputados en su contra. Tampoco fue respetado el principio del derecho a la defensa, toda vez que a Victoriano Lorenzo no se le permitió presentar testigos ni preparar debidamente a su equipo técnico de defensa. No se guardó el principio de publicidad del proceso, ni mucho menos el de estricta igualdad de las partes. En la práctica no se siguió con la presunción de inocencia. Por el carácter sumario de la audiencia no hubo etapas ni defensa adecuada para el ejercicio del contradictorio y la defensa.

Ante todas estas violaciones, el debido proceso, la Asamblea Nacional en 1966 rescató la figura del General Victoriano Lorenzo, descalificó por improcedente al juicio político montado en su contra y consideró a Victoriano Lorenzo como héroe de la historia nacional. Años antes, en 1907, la poetisa Amelia Denis de Icaza dedicó unas líneas a Victoriano Lorenzo. En las décadas posteriores y con el avance del siglo 20, figuras como Diógenes de la Rosa, Humberto Ricord, Ramón Jurado, Francisco Changmarin, entre otros, reivindicaron la imagen del General Victoriano Lorenzo como héroe de nuestra historia y campeador adalid de los campesinos y los trabajadores de las ciudades. El 13 de mayo de 1971, mediante decreto de gabinete, la llamada Junta Provisional de Gobierno declaró al General Victoriano Lorenzo como “Mártir de la Causa Emancipadora del Pueblo Panameño”. En 2018, la gobernación de la provincia de Panamá creó la “medalla al mérito Victoriano Lorenzo” En la actualidad, un corregimiento del país del Distrito de San Miguelito lleva su nombre y la figura de Victoriano Lorenzo es un icono de la nacionalidad panameña y su figura constituye un símbolo de lucha de las organizaciones del movimiento popular panameño.

Hoy, a 121 años del fusilamiento del guerrillero de la serranía, a consecuencia, como hemos visto, de un juicio completamente violatorio del debido proceso y un atentado a la legalidad, propio de los esquemas de guerra jurídica contra los menos favorecidos; los y las profesionales del Derecho con compromiso social y visión de justicia, enaltecemos el nombre de Victoriano Lorenzo y prometemos preservar su legado en la lucha por un país y un sistema de justicia más justos.

Panamá, 15 de mayo de 2023.

RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -

Most Popular

Recent Comments

Gumersindo nieto en El Avispón
Abdiel Icaza Urrutia en El Avispón
Claudio Herrera en El Avispón
Reinaldo en El Avispón
Heidy en El Avispón
Heidy en El Avispón
Alfonso Badillo en El Avispón
Injusto en El Avispón
Eduardo Lopez en Fallece Domplin
Licdo. José del C, Gutiérrez en Panameños inscritos en Partidos Políticos
Alberto moody en El Avispón
Carlos Enrique González en Folclore como unidad Latinoamericana
Cheo en El Avispón