La etiqueta sobre el vestido laboral dio un giro de 180 grados, una vez se conocieron las formas de contagio del COVID-19.
Las féminas, que tradicionalmente lucían en sus sitios de trabajo largas cabelleras, ahora prefieren ocultar la mínima hebra de cabello que pudiera ser vehículo de transmisión. Lo hacen con gorros que hacen juego con las mascarillas.
Pero, ¿Qué tan fiable es el uso de los gorros en la prevención del COVID-19? La Dra. Rosario Martin, coordinadora provincial de Salud y Seguridad Ocupacional, en Panamá Oeste, dice que los pañuelos en la cabeza son fiables ‘sí y solo sí, se extreman las medidas de seguridad al momento de retirarlo’.
‘Es más riesgoso si cuando venimos de la calle y vamos retirar el trapo de la cabeza no tenemos el cuidado necesario y nos tocamos la cara. Quitarse la vestimenta incorrectamente es el mayor riesgo de contaminación’, recalcó la Dra. Martin.
Recomendó a las damas ‘amarrarse el cabello con una trenza o gancho, no tocarse el cabello y menos pasarse la mano sin desinfectar por la cara’.
El uso de la prenda, que se convirtió en una tendencia por el coronavirus, requiere de un protocolo estricto de retiro para evitar la contaminación, tal y como se hace con el uso y retiro de las mascarillas.
En tanto que la Lcda. Elis Pinzón, coordinadora provincial de Recursos Humanos en Panamá Oeste, agregó que ‘si bien el uso de los gorros se convirtieron en una prenda valiosa para la protección personal de las damas, hay que tomar en consideración las recomendaciones dadas por las autoridades de Salud y Seguridad Ocupacional de la Caja de Seguro Social.