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El primo ginecólogo

Por/ El Caballero Sin Memoria

Andrés, mi amigo de la infancia me invitó la otra noche a tomar unos tragos con unos familiares suyos que llegaron a Panamá de visita, como no tenía nada que hacer le acepte la invitación.

Cuando llegamos estaba el tío de Andrés, borracho como siempre tratando de hacer chistes de cualquier cosa, de repente llegó un tipo Don Johnson el cual acaparó todas las miradas -más las femeninas-.

Como en la columna anterior explicare quien es Don Johnson. Don Johnson es un actor, cantante, compositor, productor y director estadounidense, muy recordado por interpretar el papel de Sonny Crockett en la serie de televisión Miami Vice de los años ochenta. También le dio vida al personaje Nash Bridges en la serie del mismo nombre en la década de 1990.

Volviendo al tema, resulta que el tipo bien parecido es primo Andrés, se llama Alberto es doctor especialista en ginecología. El tío borrachín comenzó hacer todo tipo de chistes sobre la profesión del tipo.

Cuando eres adolescente esa era una carrera soñada. En eso me pasa por la mente como será ese trabajo de ver vaginas todos los días. Que ganas de preguntarle algo al primo Alberto.

Pero note que las mujeres que le coquetearon al verlo llegar al saber que es ginecólogo cambiaron de actitud.

¿Será que el man las cohíbe? Me le acercó le doy la mano y me presentó. Alberto soy Ernesto no te acuerdas de mí, él me sonrió y me dio un estrechón de manos.

Después de unos tragos cojo algo de valor y le pregunto. Que tal es eso de ver las partes íntimas de una mujer.

Alberto se queda en silencio…. Me arrepiento de haberle preguntado semejante atorrancia. Tras la pausa Alberto me responde lo siguiente. Mira es un trabajo como todos, hay días buenos y días malos.

Por mi trabajo mi matrimonio enfrentó varias crisis. Mi mujer siempre piensa que salgo con alguna paciente.

Sin darme cuenta el tío borrachín está sentado a nuestro lado con todos los caballeros presentes en la sala. El doctor siguió hablando de su profesión.

Alberto nos contó que primero comenzó atendiendo señoras mayores, no le gustaba mucho, pero la paga no era mala.

Luego lo trasladan a un centro de salud de las afueras de la ciudad. Una de las enfermeras del centro era más que grosera. Cada mañana antes de que él empezará a atender, salía y gritaba a los cuatro vientos…. No se atenderá a la mujer que estuvo con el marido anoche….

Solo narrando eso su cara se ponía roja de vergüenza… En ese lugar el primo Alberto comenzó a lidiar con las enfermedades cotidianas de las féminas como los hongos -que son muy comunes en el trópico- entre otros.

La curiosidad de Andrés era grande interrumpió al doctor. ¿Primo y los pais? Mira cabeza de ñame -así molestábamos a Andrés de niños-, no te voy a negar que he visto mujeres que se ven bien… Pero, aunque pienses que soy maricón nunca se me ha pasado por la mente nada lujurioso.

No hay nada más incómodo que sacar un tapón después de tres semanas… Una jovencita universitaria fue al consultorio con una molestia, maldiciendo al noviecito pensando que le había pegado algo y era que por el estrés de los semestrales se le olvido quitarse el tapón…

Una vez si salí con una paciente a tomar algo…Pero ambos nos incomodamos por ser paciente y doctor, hasta dejó de atenderse conmigo.

La noche terminó y cada quién se retiró para su casa tras escuchar sobre el trabajo de Alberto.

A los días comenté a una compañera sobre Alberto y lo que dijo del respeto entre paciente y doctor, ella me respondió que se atiende con una mujer pero que una vez fue con un muchacho simpático. Oye eres muy curioso me dijo algo sonrojada. Yo tenía pena que él me viera la coneja.

La contable que escuchó la conversación nos dijo que su cuñada le recomendó un doctor que es muy guapo… Solo que ella no piensa en nada cuando va a la cita, cierra los ojos y ya.

Ana así se llama la contable me da un golpe en la cabeza… Ustedes son diferentes puede ser la doctora más fea que los examine… Pero aquello queda como el hasta de la bandera del Cerro Ancón…

La muchacha de recursos humanos aportó al debate… No seas menso, como una va a sentir algo en la camilla si te están metiendo esos aparatos más fríos que el hielo.

Eso me lleva a reflexionar que el sexo débil somos los hombres y no las mujeres. Una mujer se enfrenta a todo tipo de situaciones en el trabajo, el hogar, los hijos y para rematar aún con toda esa carga tienen que soportar a los esposos.

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